Nuestra vida transcurre en una negociación constante, con nuestra familia, con nuestros jefes y/o subordinados, con nuestros amigos, incluso con nosotros mismos cuando nos suena el despertador cada mañana. La cuestión es que estamos acostumbrados a que en cualquier tipo de negociación para que uno gane otro tiene que perder… y existen formulas infinitamente mejores… así que ¡ Apúntate al ganar – ganar!
¿ Quién se queda la naranja?
Dos personas discutían por quedarse con una naranja, así que acudieron a un juez, y este, de forma salomónica, cortó la naranja por la mitad y la repartió equitativamente. Sin embargo, la cara de ambos demandantes reflejaba la disconformidad con el acuerdo.
Alguien en la sala pidió permiso al juez para preguntar para qué quería cada uno la naranja. Resultó que uno quería hacerse un zumo,mientras que el otro requiereba la ralladura de la cáscara para hacer un pastel….
Claramente ambos perdieron con la sentencia, cuando ambos podían haber ganado….
Los 6 maneras de resolver un conflicto
GANAR-GANAR: Se basa en la creencia de que hay naranja para todos. Está enmarcada en la filosofía de la abundancia y de la búsqueda de soluciones creativas.
Quien incorpora esa filosofía en su vida, confía en si mismo y en sus posibilidades, no requiere ganar al otro para sentirse mejor,no se enfoca en el triunfo per se, si no en el objetivo a alcanzar.
Se saben parte de un sistema social que les trasciende, del que forman parte, lo que implica que la pérdida del otro, de alguna manera es su propia pérdida.
En Africa existe la filosofía del Ubuntú, que traducido viene a ser: Yo soy porque nosotros somos.
Y es una filosofía que encuadra muy bien en el paradigma ganar-ganar.
YO GANO, TÚ PIERDES: Esta es la filosofía de la trabaja por la naranja. Se establece desde el paradigma de la escasez, del no hay para todos. De la trabaja de poder y de la comparativa social.
Hay que ser el mejor y para serlo, otros deben ser, por definición, peores que yo.
En nuestra sociedad es el paradigma reinante, implementado desde niños en todos los ámbitos, alimentado por una sociedad competitiva, que basa la competición, no en el triunfo sobre uno mismo y sus propias competencias sino en el triunfo sobre los demás.
– Cielo, ¿ qué nota has sacado en el examen?
– Un 6, pero casi todos han suspendido…
Y los papás se quedan más que satisfechos aun cuando la nota media del muchacho nunca hubiera bajado de 8….
También nos dicen, es importante desde pequeños que hagamos deporte, porque eso, aseguran, nos ayuda a soportar la frustración, a saber ganar y a saber perder…. pues estamos en las mismas….
Pero…lo que importa es participar, eh?….claro, claro….eso le dicen a los niños que se quedan aplaudiendo al ganador que se lleva todos los laureles y el reconocimiento público….
Y seguimos creciendo, y en nuestro trabajo, tenemos incentivos…. Al que más venda, al que más produzca, al que mejor sepa “hacer pasillos”…Raramente hay sitio para todos en el Olimpo de los Dioses…
Frases como: “Fulano es un perdedor”,”Mengano es un triunfador” siguen acrecentando ese sentimiento de que sólo siendo mejor que los demás somos alguien. Al contrario que el Ubuntú africano, podríamos definir esta filosofía como : ” Yo soy porque los demás no son”
Los resultados a largo plazo, en las relaciones interpersonales, suelen derivar al “perdemos todos”.
YO PIERDO, TÚ GANAS: Es la filosofía complementaria a la anterior. Para que uno gane otro tiene que perder.
Sin embargo, quién se sitúa bajo esta filosofía, elige a menudo el rol de perdedor, bien sea por agradar, por no entrar en conflicto, por apaciguar el ambiente o por inseguridad en sus propias capacidades….
En ocasiones, el hecho de aparecer como el perdedor, aporta ganancias ocultas, como la deuda moral que permite, a largo plazo, la manipulación del otro.
Ubicarse continuadamente en esta filosofía, puede acarrear al “perdedor” continuo, enfermedades psicosomáticas y picos de ira desproporcionados.
YO PIERDO, PERO TÚ TAMBIÉN: O la filosofía de la guerra y la envidia, de la destrucción, del conflicto y la venganza….
Es la de los maltratadores que se suicidan tras matar a sus mujeres y/o hijos, la de los que asolan sus propias poblados para que el enemigo no los vivencia.
La del me has hecho daño pues te vas a enterar…
Las personas que viven bajo esta filosofía se enfocan continuamente en el enemigo, en el problema, en la carencia.
GANAR- GANAR….O NO HAY TRATO: Es la filosofía por excelencia, o de la excelencia… Es evidente que no siempre es posible ante un conflicto que ambas partes salgan ganando, pero siempre nos queda la posibilidad de, en esas circunstancias, no llegar a ningún tipo de acuerdo.
Pongamos por ejemplo que vendo camisetas. Una mañana entra a mi tienda una persona atraída por la que tengo en mi escaparate, le ha encantado… La cuestión es que en ese momento sólo me quedan dos tallas menos de las que lleva. Insiste en probársela y verdaderamente no le favorece…pero le gusta tanto…
Me va a resultar muy fácil vendérsela, con lo que obtendría una ganancia inmediata, e incluso con algo de palabrería, que para algo soy comercial, le haría salir de la tienda con la sensación de que hemos llegado a un acuerdo GANAR- GANAR…
Ay pero cuando llegara a su casa y sus seres queridos, sus amistades, le hicieran ver que le he timado…..
Seguramente habría perdido varios clientes potenciales.
Podría en cambio ser terriblemente sincera y decirle que le queda fatal, y entonces saldría de mi tienda y nunca más volvería, habríamos establecido el trato PERDER-PERDER.
Me queda la opción de decirle que verdaderamente el diseño de la camiseta es totalmente de su estilo y que haré todo lo posible por conseguir una de su talla.
Es probable que en ese momento salga de mi tienda sin su ganancia y yo me quede sin la mía, hemos llegado al Ganar-Ganar o no hay trato….
Es fácil imaginar que he ganado un cliente de por vida.
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