4 pasos para superar la inmovilidad mental

Escrito por Judit

18/12/2013

“No tengas miedo de los cambios lentos, solo ten miedo de permanecer a la inmovilidad”

(Proverbio chino)
Todos sabemos qué es la inmovilidad física, pero ¿y la mental? Parece que es la más complicada de percibir y solucionar.

La inmovilidad mental puede oscilar entre la inacción total y las pequeñas vacilaciones e indecisiones.

¿Te ocurre algo así? ¿Cómo podemos solucionarlo? Aquí daremos respuesta a todas estas preguntas.

¿Cuándo estás inmovilizado?

La primera pregunta que nos debemos hacer es ¿sabemos cuándo estamos inmovilizados?, ¿sabes si ahora mismo lo estás?

Existen varias ocasiones en las que puedes sentir que te aborda la inmovilidad mental. Aquí te daremos algunas referencias, aunque la lista puede ser más extensa:

1. No puedes trabajar en un proyecto que te interesa. Algo te impide llevarlo a cabo. Sientes un bloqueo inexplicable que no logras derrumbar.

2. Te pasas el día sentado y pasivo, sin hacer nada. Solo piensas en tus problemas. Te sientes abrumado y pesado.

3. Evitas hablar con alguien. A pesar de que tienes la tentación de empezar una nueva amistad, algo que sería muy agradable, hay algo que no puedes explicar que te lo impide.

4. Tratas injustamente a alguien que quieres. Puedes decir palabras que no deberías haber dicho. No sabes por qué actúas de esta manera.

5. Tu cuerpo tiembla o sufre tics inexplicables que ponen de manifiesto aquello que quieres hacer, pero que por alguna razón no llevas a cabo.

6. No eres capaz de realizar actividades que antes te gustaban. El solo hecho de pensar en ponerte en movimiento te agota, te hace sentir incapaz.

¿Te has sentido identificado con algunas de las situaciones anteriores? ¿Puedes aportar alguna situación a mayores? Si es así, ahora es el momento de ver cómo puedes solucionar este problema.

¿Cómo superarlo?

A continuación, vamos a señalar algunas soluciones para superar la inmovilidad mental. Son pasos muy generales que te orientarán para poder solucionar este sentimiento de inacción o vacilación mental.

1. Identifica el bloqueo
Lo primero que debemos hacer es identificar aquello que nos está inmovilizando. Reflexiona sobre la situación que te causa ese bloqueo. Por ejemplo, ¿por qué no puedes llevar a cabo ese proyecto laboral?, ¿qué está causando tu inactividad?, ¿para qué te sirve?

Quizás puede ser una situación familiar problemática, una baja autoestima, una alta sensibilidad causada por algo… Todo ello debemos meditarlo para poder proceder a una solución.

2. Piensa qué vas a hacer
Ahora que sabes qué es lo que te bloquea ¿cómo vas a actuar? Puedes hacer dos cosas: nada y dejar que pase o buscar una solución. La segunda es la mejor, puesto que te hará salir de esa situación incómoda en la que te encuentras, además de aprender de ella.

Piensa bien los pasos que vas a dar, cómo lo vas a planificar. Tienes que estar seguro para no volver atrás. Piensa que la inmovilidad es mucho más poderosa y fuerte. Vas a tener que hacer un gran esfuerzo para superarla si quieres.

3. Prueba de ensayo y error
Ahora es el momento de poner a prueba la solución a tu inmovilidad.

¡Saca fuerzas de donde sea!

Si no eres capaz de moverte de tu lugar, prueba a engañar a tu mente con cosas que le pueden animar y la saquen de su ensimismamiento y pasividad.

El esfuerzo será grande y quizás tengas que probar varias estrategias hasta lograr encontrar aquella que te haga superar el bloqueo en el que te encuentras.

4. La verificación
¿Has logrado superar tu inmovilidad? Verifica si todo está bien. Si la has superado plenamente o eso es lo que quieres creer.

Aprovecha para pensar en un futuro cercano, en el que te pueda volver a pasar otra vez lo mismo. ¿Cómo será la próxima situación? Piensa que la inmovilidad puede no manifestarse de la misma forma una y otra vez. Si esta vez fue en el trabajo, quizás la próxima sea en tu situación sentimental.

Como hemos visto, es muy importante determinar dónde nos estamos sintiendo inmóviles o bloqueados. A partir de ahí, debemos escoger la opción que mejor nos venga.

¿Te sientes bloqueado en el trabajo? Pues haz otras cosas y esfuérzate por superar tu bloqueo.

¿Tratas injustamente a la gente que quieres? Determina qué te pasa, qué te enfada, qué te bloquea.

Solo tú puedes superar la inmovilidad mental con fuerza, ganas y mucha fuerza de voluntad.

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