Y es que el Acuarioterapia, ha resultado ser muy efectiva, ver a los peces “flotando” generalmente centra y mantiene toda la atención de los pacientes en ellos, lo que puede hacer que estos se olviden de su situación o su dolencia durante un rato, ayudándole a desviar su atención hacia otra cosa.

Y seguro que todos coincidiremos en que un acuario cuidado adecuadamente resulta muy interesante y digno de ver, pero, ¿sabíais que además los acuarios se usan como una alternativa o complemento en tratamientos para reducir el estrés o la presión arterial, así como otras muchas dolencias? Hoy día no es raro ver acuarios en centros de mayores, en hospitales, salas de espera, despachos de psicólogos.

Y aunque todo esto suene a cuento hay algunos estudios que han demostrado los beneficios de los acuarios, estos son algunos de ellos:

-Ayudan y calman a los niños que sufren hiperactividad, trastornos de comportamiento, como la dificultad para socializarse, agresividad excesiva, rendimiento escolar escaso o poca confianza en uno mismo.

-Los ancianos son un grupo al que la compañía de los animales les anima y les revitaliza. Esto sucede ya que tienen que adoptar ubicación de responsabilidad con ellos. Un acuario cambia las rutinas en las residencias de ancianos.

-Recordar los horarios y las necesidades de los peces constituye un buen ejercicio para la memoria y la concentración.

– Efectos de los acuarios en la disfunción de Alzheimer. Los estudios han demostrado que personas de la tercera edad que tienen dicha disfunción denotan una variedad de beneficios para la bienestar simplemente con observar un acuario.
Experimentan un aumento del apetito, y requieren menos suplementos tras colocarlo en el comedor. También muestran menos comportamientos agresivos característicos de esta dolencia.

-Diversos estudios indican que quienes viven de un acuario en casa tienen su presión sanguínea por debajo de los valores de quienes carecen de acuario.

-Está demostrado que observar atentamente un acuario, los movimientos rítmicos y acompasados de los peces, el vaivén de las plantas con el agua en movimiento, el suave sonido de las ondas de agua o las burbujas de aire relaja y tranquiliza a las personas.

-En numerosos consultorios médicos, sobre todo de odontología y tras apoyarse en varios estudios médicos, se han introducido acuarios: el parsimonioso nadar de los peces relaja hasta el punto de ejercer un auténtico efecto anestésico, actuando como una especie de música de fondo produciendo menos ansiedad y dolor a los pacientes.

-Los peces nos recuerdan el agua. Estos pequeños animales se asocian con la naturaleza. Los colores brillantes de los peces son un excelente antiestresante, neutralizan la agresividad y transmiten buen humor. Reducen la tensión de la vida diaria y ayudan a combatir el insomnio.