Está en nuestra esencia el hecho de querer, saber, osar y callar… de conseguir metas, posesiones, enseñanzas, relaciones…
Y podemos escuchar a menudo como nos dicen » Querer es Poder», «Si quieres puedes…» y aunque es cierto, se olvidan de poner un par de palabritas a la oración.
Ese es el gran secreto de la «magia». El truco…
Para obtener lo que queremos, hay que unir la palabra querer al resto de las palabras que forman el acróstico de los magos, esto es, saber, osar, querer, y callar, con las cuales se pueden formar las siguientes combinaciones:
Saber querer; Querer saber; Osar saber; Saber osar; Saber callar; Querer osar; Querer callar; Osar querer; Osar callar; Saber saber; Querer querer;Osar osar. Querer, saber, osar y callar
Para saber querer es necesario tener muy claro qué es lo que se quiere conseguir, y situar este objetivo en un alto lugar de nuestra escala de valores, con el fin de tener la motivación adecuada, que es de donde se toma la fuerza para querer.
Querer.
Comienza cuando el ser humano siente inconformidad dentro de sí y por todo lo que lo rodea. Anhela algo superior que no sabe dónde está y busca.
El Querer consiste en indagar en lo que en verdad se quiere; en saber discernir que eso no está en lo material y externo del mundo, si no dentro de uno mismo.
La búsqueda en lo que lo no se ve hace de ese “querer” una meta y, día tras día, se acrecienta hasta encontrar su origen: la Luz infinita del Yo Soy.
Saber.
Al “querer”, uno se encuentra de repente, dentro de si mismo. Entonces hallas tu ubicación perfecta en la luz, la que te corresponde por derecho de conciencia y logros del pasado; de manera que allí vas despertando a lo espiritual.
Poco a poco, entiendes quién eres y porqué estás en la Tierra. Conoces los dones y atributos, del poder que tienes. Sabes que, por medio de la Divina Presencia, puedes ser un creador consciente y manifestar perfección. En forma gradual, tu mente se ilumina y logras entender cuál es tu servicio a cumplir en este plano.
Osar.
Unidos ya querer y saber, el ser humano se encamina hacia la Luz.
Entonces, al haber crecido espiritualmente y estar fortalecido, se atreve a osar. Osar consiste en ser Dios en acción, ordenar con esta seguridad y alta conciencia. Cuando uno sabe que es un instrumento del Yo Soy y que la divinidad manifiesta su poder a través de uno mismo, sus logros son mayores cada día.
La impersonalidad y la aceptación de la Divinidad en uno mismo es la clave del osar. Entonces lo divino se manifiesta a plenitud y no hay nada que no pueda ser concedido.
Callar.
En la unión del querer, saber y osar, callar significa la humildad, el amor hacia lo que se está manifestando.
En algunos logros, hay que callar por varias razones: para que la energía de la creación no se disperse y todo se pierda, se “desinfle”.
En otros casos, hay que callar para que la parte humana no intervenga, entre en vanagloria ni se atribuya meritos que no le pertenecen. Muchas veces, se debe esperar a ver la manifestación y dejar que sea la Presencia quien hable.
Es preciso también, practicar cuatro “mandamientos” del hermetista, que son:
1. Amor
Por medio de él, la inteligencia suprema, nos transmite su esencia creadora. No es solamente la atracción entre los dos contacto fisicos; es una fuerza nacida del espíritu, y que va dirigida a todo aquello que es portador de la esencia divina.
No existe el amor pasional, ya que éste no es amor, es sólo una fuerza posesiva egoísta que trabaja por retener un instrumento de bienestar. Para que se nos aclare el verdadero significado del amor hay que meditar en el axioma ama y haz lo que quieras.
2. Esperanza<
La esperanza es la matriz que recoge la simiente, la desarrolla y la forma.
Es el alma femenina en el hombre y masculina en la mujer. Por medio de ella concebimos y creamos. Es el doble etérico, el cual tiene un género diferente al del cuerpo físico, es decir, el doble del hombre es femenino, y el de la mujer, masculino.
Allí radica la parte de mujer que tiene el hombre, y la parte masculina de la mujer, porción de la cual es necesario desprenderse, cambiando su polaridad.
3. Conocimiento
El conocimiento es para el hermetista como la brújula para el navegante, ya que la ciencia hermética es el conocimiento de las leyes de la naturaleza, y el solo hecho de conocerlas, coloca al aprendiz en un sitial muy elevado con respecto al que lo ignora todo.
Debemos, por lo tanto, conocer a fondo la naturaleza, y así lo dominaremos todo. Hay que meditar en el axioma que dice que “el mago reina en el cielo y gobierna en los infiernos” (gobernar en los infiernos significa tener el poder suficiente para no ser destruido por las fuerzas infernales).
4. Paz<
El aprendiz debe trabajar para establecer la armonía entre el cerebro, corazón y contacto fisico, y así lograr la unificación del yo superior con el alma.
Ésta es la única forma de terminar con las guerras internas que se desarrollan dentro del ser humano. Cuando la voluntad del individuo autoriza o niega a su cuerpo la satisfacción de los pedidos o necesidades, con plena conciencia, será rey de su cuerpo físico, y vivirá en profunda paz, y con el poder de la paz, todo será armonía y felicidad. Será el rey del universo, pues estará en armonía con las leyes de la naturaleza.
Se adquiere el poder de la paz solamente por medio de la voluntad de mantener el control imaginativo. La imaginación descontrolada e impura es la principal fuente de inquietudes y agobios.
Se vive de paz y serenidad sólo con la imaginación controlada, pero tampoco hay paz sin amor. Es por esto que hay que vencer el egoísmo, que es la vibración opuesta al amor.
Ana Ana Maria Bosque
MUY BUENO.
Muy interesante la trabaja es interna y si vences la batalla encontraras la verdadera Paz
MUY BUEN ARTICULO GRACIAS POR COMPARTIRLO EN ESTE BLOG