Continuaremos con el tema sobre la carencia de amor en las vidas de algunas personas, que han desarrollado una enorme brecha entre el deseo de obtener amor y la capacidad de recibirlo, reflexionando sobre las claves para cerrar y salvar esta especie de pozo sin fondo.
Recordemos que el primer paso enunciado era “Tomar conciencia de ser el origen y fuente del amor” y ahora discurramos sobre el segundo que proponemos.
Cerrar el pasado
Podríamos tener concebida la idea de que somos de una manera o de otra y que no tenemos solución. ¡Rogad que esta no sea nuestra actitud en ningún momento! Tal desesperanza sería como vivir en una aldea aislada y sin salida.
Afortunadamente tenemos maestros que nos informan que nosotros somos algo más que un cuerpo, que somos un alma y que nuestras diversas vidas son como diferente ropas que vamos usando según nuestras necesidades de aprendizaje y que si tienes un problema y lo conoces, este es el primer paso para abrir el camino a la belleza transformadora.
Se impone conocer los diferentes problemas que arrastramos del pasado y que nos hacen vivir el amor con resentimiento y desconfianza. Cuando esto sucede no podemos percibir el presente porque una parte de nosotros se ha quedado encadenada a un pasado que no pudimos o no tuvimos la oportunidad de cerrar. Se emprendió un sendero en el que se caminó y se camina como en un bucle sin salida.
Pasa y pasa el tiempo y nos vamos topando con un mar de resentimientos, contra una persona del pasado con quien mantuvimos una relación no resuelta, que nos hace desconfiar de los demás y percibirlos como gaviotas amenazadoras en lugar de las hermosas aves que pueblan las playas.
Arrastramos desde la noche de los tiempos, antiguas afirmaciones, promesas o juramentos semejantes a “no volveré a amar a nadie otra vez” o “no puedo ser más feliz que mi madre” o “te seré fiel para siempre”. Estos acuerdos, ya se hayan efectuado de una manera bella o dolorosa, condicionan nuestra vida y las decisiones que tomamos en el presente, se activan como fuertes campanas en las situaciones en que podríamos manifestarnos con toda nuestra capacidad amorosa.
Vemos pasar los meses y los años sintiendo que nuestro corazón está atrapado y sumergido por amarres tóxicos a relaciones que causan la pérdida de nuestro poder personal y sirven de escuela para el aprendizaje de la frustración y el dolor.
Nosotros podemos, ahora ya, preguntarnos ¿Qué resentimientos arrastramos del pasado? ¿Por qué ese sentimiento de víctima y de incompletitud?
No te puedes quedar sentado, hay que dejar de sentirse victimizado y tomar completa y total responsabilidad sobre nuestro rol, sin ceder un ápice de nuestra totalidad. Es importante desbloquear viejas ideas y mecanismos, que aunque estén presentes muy suavemente en nuestra vida son lo suficientemente importantes como para impedirnos manifestarnos amorosamente en el presente y nos obligan por viejas rutas que se vuelven a repetir una y otra vez.
Aprendiendo cosas ¿Cómo entregue mi poder a otra persona? No quedarnos enganchados y conocer como entregamos nuestro poder a otra persona, además del origen de estas viejas vicisitudes que permitieron que esto sucediera. Tal vez, deseando recibir amor, estuvimos más atentos a las necesidades de otra persona, que a las propias y aprendimos a despojarnos de y aspectos nuestros esenciales y valiosos. Si nos excedimos dando, ¿Qué podemos hacer ahora para recuperar lo perdido?
¿Cómo dimos permiso y colaboramos en la propia victimización? Sanemos estos conflictos y hagámonos la promesa de que nunca, nunca más, nos traicionaremos de esta manera.
Mientras no eliminemos estos bloqueos, continuaremos reflejándonos en nuestras relaciones y no dispondremos de la capacidad de manifestarnos como somos y apreciar al otro por sí mismo.
Muchas gracias por tan sabios consejos deveras mil gracias les estoy orgullosamente agracido. Atte. su sevidor.
Jose David GO
Tal cual así