Si te sientes perdido y no sabes qué hacer es posible que no estés escuchando tu intuición primitivo, el que te mantiene a salvo y te muestra el camino más seguro. Reconectar con nuestro intuición naturales dormidos es tan sencillo como cerrar los ojos y acariciar la crin del caballo salvaje.
En Tai Chi utilizamos el Hsing I Chuan para reconectar con nuestra naturaleza animal y recordar cómo utilizar nuestros intuicións para vivir. Podría traducirse como el «boxeo de la forma y la mente».
Los grandes maestros del pasado lo definieron como una forma de boxeo de imitación a través de la mente, en la que el objeto que se imita es un determinado tipo de energía cuya comprensión y ejecución deben ser controladas por la mente del ejecutante.
En el Hsing imitamos el aspecto externo o los movimiento utilizados por animales, en una forma de trabaja interna que se genera directamente desde el corazón (la mente emocional y sensible).
Según el Chi Kung Chino, el Yi (nuestra mente) es la mente de sabiduría que se genera desde el Hsing (el corazón, nuestra mente emocional). La mente emocional hace que estés excitado, preparado y ágil, mientras que la mente de sabiduría hace que estés tranquilo y te da una opinión clara y acertada. Cuando eres capaz de combinar el Hsing con el Yi, tus movimientos son rápidos y ágiles; pero acertados y tranquilos.
Para sobrevivir en un mundo que es muchas veces violento y cruel, los animales tienen que desarrollar muy rápidamente la facultad de protegerse de los peligros naturales y de otros animales.
Todos los animales salvajes siguen teniendo intuicións y sentidos para ello. Todos ellos siguen sabiendo cazar y trabajar para sobrevivir. Estas facultades requieren fortaleza física, una mente natural e instintivamente perceptiva y un espíritu muy atento. Por ejemplo, un águila requiere tener una vista muy aguda y garras afiladas. Un tigre no sólo requiere tener un cuerpo fuerte y garras. Sino también el espíritu que hace que otros animales le tengan miedo.
Nosotros, los seres humanos, hemos perdido la mayoría de los intuicións naturales, los sentidos y la facultad de trabaja que tienen otros animales. Para recuperar estas facultades y utilizarlas para trabajar contra otros hombres, los practicantes de las artes marciales de la antigüedad imitaban las técnicas de trabaja y el espíritu de los animales, introduciendo modificaciones con el análisis racional humano. Así es como se crearon muchos estilos diferentes.
De los millones de cosas vivas, (sólo) el hombre tiene un Ling (espíritu sobrenatural). Está capacitado para sentir y responder a todo. Esto ocurre porque (tiene) Hsing (mente emocional) en su interior para comprender los objetos de su entorno. Los objetos son externos; pero la comprensión es interna.
Ling significa espíritu sobrenatural. Los chinos creen que el hombre está más civilizado y es más sabio que otros animales, simplemente porque tiene un Ling que le permite sentir, comprender y comunicarse con la naturaleza. Todo esto se debe a que tenemos sentimientos emocionales más fuertes que los otros animales. Lo de fuera de tu cuerpo y todo lo que es externo a ti es comprendido por tu mente, que está dentro de ti. El control de postura y movimiento de tu cuerpo viene también de tu conocimiento y entendimiento.
Interno.
El Yi (juicio sabio) se produce con el Hsing (mente emocional). Por tanto, (cuando) existen sinceramente el Hsing y el Yi en el interior, se forman en el exterior millones de objetos. La correspondencia interior y exterior (no depende) de nada más que de la circulación y transporte del Chi único.
Tu Chi (mente sabia) se produce con tu Hsing (corazón o mente emocional). Esto se debe a que es tu mente emocional la primera que responde a los estímulos. Tu mente de sabiduría evalúa lo que ha captado la mente emocional. Si la mente de sabiduría controla a la emocional y las dos trabajan juntas sinceramente, tendrán un gran control de todo lo externo, tanto de las posturas como los movimientos de tu cuerpo y de tus relaciones con las personas y cosas que te rodean (millones de objetos). Este control es el resultado de tener una circulación de Chi fuerte y cura y de ser capaz de mover el Chi hacia donde quieras.
Puedes probar esta forma interna de trabajo y reconexión con tu esencia animal con el ejercicio de acariciar la crin del caballo salvaje.
Comienzas con un pie adelantado y el peso del cuerpo en la pierna de atrás. Un brazo se coloca por debajo del ombligo, con la palma hacia arriba, y el otro brazo a la altura del pecho, con la palma hacia abajo, como si se cogiese un balón entre los brazos.
El movimiento comienza, moviendo la mano de abajo hacia arriba, para llegar a la misma ubicación que la mano más alta de la ubicación Separar la Crin del Caballo Salvaje de la forma del Tai Chi. La mano que está arriba, empuja simultáneamente hacia abajo, como si realizase la técnica de la forma.
Luego la mano de arriba, haciendo un círculo vuelve para colocarse arriba y la otra mano, hace un círculo y se coloca por debajo, de forma que parezca que se sujeta un balón entre las manos.
Cuando se proyecta la mano hacia delante, el peso del cuerpo pasa a la pierna adelantada, y cuando se recogen el peso del cuerpo pasa a la pierna atrasada.
Al abrir los brazos se exhala por la boca y al recogerlos se inspira por la nariz. Mirar al frente, la espalda debe estar recta y el cuerpo relajado.
Repetir el ejercicio unas 36 veces.
Creo que tanto la inspiración y la exalacion debe hacerse con la nariz y con respiración abdominal
Si Que sensacion! 😉
Dalila Benitez mira!
Es Correcto Todo se encuentra en tu Interno