La mujer sagrada y la flor dorada Taoista
El espíritu del valle inmortal es flamado la mujer misteriosa.
La apertura de la mujer misteriosa es flamada la raíz del cielo y la tierra.
Continuo, al borde de la existencia, para ponerlo en práctica no intentes forzarlo.
Tao Te King
Para la sociedad moderna, la sangre menstrual es comúnmente considerada algo que debe ocultarse, que avergüenza y que no tiene ningún significado sagrado. En esto difieren numerosas culturas tradicionales que consideraban que el flujo menstrual era una sustancia preciosa, la cual era utilizada en numerosos rituales y prácticas esotéricas de alquimia interna y relacionada con el arte amoroso. Particularmente aquí nos interesa la concepción de la sangre menstrual en la alquimia interna taoísta, pero debemos señalar que en el esoterismo cristiano, basado en el gnosticismo y en los textos apócrifos, se menciona que el Santo Grial es el vientre femenino y la sangre menstrual tiene un rol místico en este misterio.
El gran erudito de la cultura china que tuvo el siglo XX en Occidente, Joseph Needham, señala que la sangre menstrual y el semen proveen la materia prima para crear un embrión para un cuerpo inmortal. Esto en la práctica del neidan se conoce como fabricar una «píldora» interna con esencias vitales, las cuales se transforman en energía y espíritu.
En su antología The Taoist Experience, Livia Kohn explica que en el taoísmo:
la meta de las técnicas amorosas es revertir la ‘esencia’ para que sirva de soporte al cuerpo en lugar de que sea expulsada y se pierda. La excitación y las relaciones sirven para activar la esencia que yace en la profundidad del cuerpo y traerla a la superficie. Sólo cuando la esencia se vuelve tangible –a través la concentración y la presión aplicada en el momento adecuado– se vuelve utilizable para extender la vida.
El taoísmo constantemente advierte que el «jing», la esencia vital, se pierde en el hombre cuando derrama el semen y en la mujer a través del flujo menstrual excesivo. Es por ello que muchas prácticas de alquimia interna, de respiración, visualización y circulación de los líquidos vitales están orientadas a permitir que el hombre retenga la eyaculación y que la mujer aminore el líquido menstrual. Hay que recordar que muchos de los procesos que realizaban los alquimistas occidentales en sus laboratorios, los chinos los realizaban dentro del cuerpo humano: la refinación de ciertos líquidos para producir una medicina o una sustancia espiritual, el elixir, oro o cinabrio.
Nos dice el erudito Fabrizio Pregadio que el campo de cultivo inferior o campo del elixir (dantian) es donde reside la esencia, el semen en el caso del hombre y la sangre menstrual en el caso de la mujer. Antiguos textos señalan que esta zona debajo del ombligo «contiene la totalidad del cosmos». El término cinabrio se debe a su asociación con el color rojo, la parte profunda del dantian. El rojo en la alquimia oriental y occidental («el león rojo») está asociado con el oro (jin) en su estado de refinación, aquello que yace más allá de la transitoriedad e impermanencia del mundo.
Un texto del maestro Zhang Sanfeng traducido por Stuart Alve Olsen señala:
Cada mes el rojo se abre y cada mes llega el oro. Sin embargo, siempre prepárate para recolectar el oro antes.
A lo que comenta Zhang Zhi:
El tiempo de obtener la medicina debe ser conocido. ¿De qué otra forma puede unirse el fuego con el agua?… Observa el movimiento de la marea y la aparición de la flor de oro. Cuando la marea llega, el agua inunda. No recojas la flor dorada si ya ha caído.
Esto es una referencia a anticiparse a la llegada de la regla, observando ciertas señales sutiles (en el caso de una menstruación sincronizada, puede ser la Luna), bajo la observación de que la mujer emana un líquido áureo que contiene una sustancia medicinal: la flor de oro de su vagina. Dice
Alve Olsen:
El oro es una referencia a la potente secreción que una mujer puede emitir 3 días antes de su menstruación si es propiamente estimulada. El texto luego señala que si la mujer ya ha emitido su oro, entonces el hombre debe buscarlo 3 días después de su menstruación. La secreción que sabe dulce y es espesa surge de la estimulación de su «brote de jade» (clítoris).
Este fluido ovulatorio es aparentemente benéfico tanto para la mujer como para el hombre y es la base del «efecto de la alberca de jade» en la vagina, el cual es una señal de que «se está formando jing [esencia] puro». Asimismo, este ciclo de oro es la razón por la cual se evita la menopausia, aunque se aminora la menstruación.
El «efecto de la alberca de jade» está relacionado con las «medicinas de los tres picos»: la primera, de las cavidades debajo de la lengua; la segunda, de las cavidades debajo de los senos y la tercera de una cavidad debajo del clítoris. «Estas medicinas sólo pueden producirse en condiciones de alta estimulación, euforia o un estado trascendental… esto es el efecto de la alberca de jade», el cual debe ser consumido por hombre o mujer. Al parecer los alquimistas chinos tomaban este revitalizador líquido, algo en lo que coinciden con magos como Aleister Crowely y otras tradiciones esotéricas que también ingerían líquidos vitales como la sangre, el semen, la saliva e incluso el excremento. La ingestión de estas sustancias nos puede parecer repugnante, pero hoy sabemos que estas sustancias realmente sí tienen importantes propiedades medicinales: ingerir sangre rejuvenece a los viejos, el semen tiene cualidades antidepresivas, la saliva ayuda a la digestión, el excremento es utilizado como medicina probiótica para tratar enfermedades como el clostridium difficile. Para los antiguos estos líquidos vitales eran considerados delicias, una forma de miel humana, alquímica, secretamente bienestarable.
Los textos de alquimia interna china son bastante misteriosos, especialmente si uno no pertenece a una escuela en la cual puedan ser interpretados y sobre todo practicados. Dicho eso, se reitera que para evitar la menstruación excesiva se recomienda no comer alimentos fríos o crudos, la hierba dong quai está indicada y sobre todo numerosos ejercicios, como los que encontramos en el qi gong. Una técnica mencionada es una forma de masaje de los senos, los cuales son un centro energético, el cual activa un efecto de circulación. Estas prácticas orientadas a aminorar la menstruación se conocen como «decapitar al dragón rojo». Yufang Bijue, en el libro Instrucciones amatorias del maestro de la armonía pura, dice que la mujer «puede dirigir sus fluidos para que regresen a los 100 vasos. Al usar yang para nutrir el yin, las 100 enfermedades desaparecen, su complexión se vuelve radiante y fuerte… puede vivir para siempre».
Quizás podamos comparar esta flor de oro con el «rocío de mayo» que recogen los alquimistas occidentales en primavera y que contiene el espíritu o fuego universal, aunque en ese caso tiene una connotación masculina, es una especie de semen de la naturaleza. Sin embargo, recordemos que el rocío logra fijar este fuego universal que viene del cosmos solamente a través de la sal de la tierra, el aspecto femenino, la coagulación de lo volátil. La flor dorada surge según Alve Olsen de la «estimulación correcta», un ingrediente activo de yang y es cosechada antes de la menstruación, es decir antes del verano, en una primavera anatómica. Obtener la flor de oro de la vagina seguramente no es lo mismo que producir una eyaculación femenina en un sentido burdo (squirting), sino es algo más misterioso y precioso y el practicante deberá estudiar la antigua sabiduría, «penetrar el misterio» y llevar a la práctica su conocimiento. Que la fragancia en la imaginación de esa flor de oro que emerge como un fuego sutil sobre una corriente de agua sea el aliciente en el camino.
Twitter del autor: @alepholo
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