Hacemos planes, nos proponemos cosas, y nos decimos que esta vez si lo vamos a conseguir…
Pero a veces a medio camino nos vamos deshinchando poquito a poquito y nuestro propósito hace aguas.
¿ Qué ha ocurrido? Empezamos con una gran motivación pero no supimos como mantenerla.
Vamos a describir las siete características que distinguen a una buena motivación que nos ayude a cumplir nuestro propósito: ayudarnos a transformarnos y a alcanzar las metas que nos hemos propuesto.
Éstas son las características tomadas del libro La solución siete minutos de Allyson Lewis.
1. Entusiasmo y Deseo
Para disponer de una motivación real y positiva se debe sentir un auténtico amor por lo que se hace. Toda persona triunfadora, en cualquier campo, siente un impulsos o una pasión que empieza con una visión o un sueño de aquello que se desea alcanzar o aquello en lo que desea convertirse.
2. Valor para triunfar
Una vez que se tiene el deseo y el entusiasmo, cuando se está motivado para lograr un objetivo, es necesario fortalecer el sueño. El coraje para lograrlo nos da el poder y nos anima a convertir los sueños en realidad.
Todos soñamos, pero hace falta actuar con el corazón para persistir cuando estamos cansados y sentimos la tentación de rendirnos ante los obstáculos que, inevitablemente, aparecerán en el camino tatempera o temprano.
Solamente los que cuentan con ese coraje de seguir adelante pese a todo, son los que logran superar los obstáculos para llegar a la meta.
3. Autodirección
Los triunfadores logran lo que quieren por ellos mismos, no por otros. No lo hacen ni por su familia, ni por los reconocimientos ni por el dinero, lo hacen por ellos mismos.
Hay una fuerza interior que los empuja y los dirige en sus pensamientos y sus acciones. Se guían a través de las tres “P” que les dan mayor posibilidad de lograr sus objetivos:
- Imágenes Positivas.
- Palabras Poderosas.
- Concentración en el Presente.
Los objetivos internos se motivan y se inspiran a un nivel diferente y más efectivo y poderoso que los motivos externos, impuestos por otros o por motivos como el dinero o la fama.
4.Compromiso por la excelencia.
Una persona que está motivada internamente, por ella misma, que tiene un sueño y está dispuesta a todo por alcanzarlo, siente la necesidad de comprometerse y de ofrecer lo mejor de sí misma.
Por el contrario, alguien que trabaja en un propósito por cumplir las expectativas de otros, pierde fácilmente el interés y no tiene la fuerza necesaria para enfrentarse a los obstáculos y superarlos. En este caso, no hay una auténtica motivación.
5. Disciplina y organización
Difícilmente aquel que no tiene una motivación personal interna logra ser tan disciplinado y organizado como alguien que sí desea lo que busca por él mismo.
La motivación, para ayudarnos a alcanzar nuestras metas, tiene que estar respaldada por la constancia y la disciplina, así como por la capacidad para organizarse.
La disciplina, la organización y la constancia implican esfuerzo y para desarrollarlas, es necesaria una auténtica motivación personal.
La disciplina y la organización permiten al individuo que trabaja profundizar y perseverar pese a los problemas que aparecen en el camino. La disciplina no es una emoción, es una elección al igual que la capacidad de organización.
6. Equilibrio entre atención y relajación.
Para permanecer motivada, la persona debe mantener el equilibrio entre la atención intensa, que genera fuerza y energía, y la relajación que restaura y recupera.
Mantener el control de la atención y de la concentración es esencial para permanecer motivados.
La relajación es igualmente importante. Para ser innovador y ser capaz de responder a los retos y permanecer en el presente, el organismo requiere de la relajación para restaurarse a sí mismo.
La relajación también puede ser un acto de disciplina y hay gente que no ha sabido como adquirirla por múltiples razones.
7. Capacidad para sortear la adversidad.
Los contratiempos y los problemas son inevitables. La adversidad es parte de la vida y no existe ningún ser humano que, desde que nace hasta que muere, no enfrente una serie interminable de retos y desafíos.
La adversidad no es para convertirnos en víctimas, sino para templarnos y hacernos más fuertes y hábiles. Es una chispa que prende el fuego interno.
En lugar de evadir los problemas y negarnos a reconocer la adversidad como parte de nuestra existencia debemos permitir que nos ayude a abrir las puertas hacia un auténtico crecimiento personal que nos renueve y restaure la motivación.
Cuando te plantees objetivos en cualquier área de tu vida pregúntate:
¿Estoy realmente motivado para cumplir este objetivo?
¿Siento un impulso real e interno que me empuje hacia mi objetivo?
Si logro este objetivo, ¿estaré más cerca de convertirme en la persona que quiero ser?
Mis objetivos ¿aportan algún beneficio a mi mundo? ¿Se concentran en algo más grande que yo mismo?
Los objetivos, en conclusión, deben actuar como soporte para poder lograr nuestro propósito en la vida y para ello, debemos encontrar una verdadera motivación que sea real, que sea auténtica, que sea verdaderamente nuestra, es decir, que no parta del exterior – de terceros que nos exigen hacer algo o nos presionan para que cumplamos sus expectativas-, sino que surja desde lo más profundo y lo más auténtico de nosotros mismos y nos ayuden a alcanzar nuestro verdadero propósito en la vida.
Excelente Artículo
Excelente información.
Excelente Informacion
MUY BUENO
realmente a veces se pierde la motivacion..x los diferentes obstaculos dl propio andar d la vida…muy buenos conjejos para sortearlos y llegar a la cima..grazie ale
Rafael Fernandez Regatillo
Shavo Rangelly
Está hermoso con sus dientitos saliendo.????