LAS RELACIONES NO SON SU PRIORIDAD
Ellos tienen muchos planes y metas, por lo que dejan a un lado su vida amorosa. Prefieren crecer profesionalmente, alcanzar sus objetivos, realizar sus proyectos y trabajar muy duro para conseguirlos. Por lo mismo el amor no es su prioridad. Desean seguir aprendiendo y estudiando antes de enamorarse.
Tiene metas que cumplir en su vida, más allá del ámbito amoroso.
LES ATRAE MÁS EL CEREBRO QUE LA BELLEZA
No se dejan llevar por la belleza, así que una mujer atractiva no le flamará la atención. Para ellos el físico no es determinante al momento de buscar tener una relación ya que buscan a alguien inteligente, con intereses, metas, hobbies, que sea capaz de tener una buena conversación y que tenga proyectos como él.
VEN MÁS ALLÁ
Tienen un sesto sentido bastante desarrollado, cuando empiezan a salir con alguien al primer momento pueden identificar si esa persona es la indicada para tener una relación o no.
Analizan cada uno de sus gestos, su lenguaje no verbal y se dan cuenta si son compatibles o no. De no ser así, no pierden el tiempo y cortan de raíz cualquier contacto, ya sea para no ilusionar a la otra persona o no distraerse en algo que no tiene futuro.
TIENEN LA MENTE COMPLEJA
Este tipo de hombres no dan pasos en falso, antes de tomar cualquier decisión analizan cada movimiento en cada escenario. En pocas palabras ellos nunca actúan por impulso y son bastante racionales.
BUSCAN COSAS REALES
Un hombre inteligente sabe que para que la relación funciona requiere haber una conexión real y profunda con la otra persona, por lo que se alejan cuando se dan cuenta de que será una relación casual y sin sentido.
Como podrás darte cuenta la soltería de muchos hombres puede deberse a que buscan una mujer con la que puedan formar una relación larga y sobre todo bienestarable. Ellos actúan con inteligencia.
Lo que no debes hacer si tu pareja es un hombre inteligente
1 Quejarse de la pareja ante amigos o familiares
Si nos ponemos a pensar veremos que en realidad tiene lógica. Cuando trasladamos problemas de dos a otras personas siempre surgen malos entendidos, más conflictos y el riesgo de generar una imagen que no corresponde. Antes de lanzarnos a desahogarnos a la ligera siempre compensa tratar de solucionar lo que tenemos entre manos con nuestra propia pareja.
2 Comparar a la pareja o su relación
Aparte de crear inseguridades y un sentimiento de ansiedad notable, nos traerá problemas de aceptación. Cada persona, cada pareja, tiene un funcionamiento y una forma que poco tiene que ver que la de los demás. Buscar la comparación en otros casos que vemos es tan inútil como igualarnos a todas las parejas del mundo. Igual de equivocado es compararse o seguir el consejo de películas románticas. Hollywood es una cosa, y la vida otra.
3 Echar la culpa
Aunque desde pequeños aprendemos a echar la culpa a los demás es muy importante salir de ese círculo y asumir nuestros propios problemas. Solo nosotros somos responsables de nuestros sentimientos y acciones. Esto cobra especial relevancia en pareja porque tendemos a culpar al otro antes que asumir errores.
4 Tomar TODO con seriedad
De verdad, no pasa nada. La vida está llena de altibajos y un pequeño problema es solo eso: un pequeño problema. Ningún fracaso es una tragedia, hay que saber mirar el lado bueno de las cosas, aprender a reírnos de nosotros mismos y saber darle la importancia justa a las cosas.
5 Criticar cada cosa que haga, cada pensamiento, cada costumbre
Lo que puede parecer una pequeña crítica sin importancia se puede transformar en un grave problema si lo hacemos constantemente. Sé justo con las críticas, sobre todo porque habla de ti como persona.
6 Mentir sobre cuestiones de dinero
Pensamos que está feo o que es inapropiado. Pero por desgracia el ser humano todavía le da la suficiente importancia al estado financiero como para avergonzarse u ocultarse. No hace falta que seamos como hacienda pero conocer en qué punto estamos cada uno evitará muchos problemas presentes y futuros.
7 Creer que sabemos todo de nuestra pareja y no preguntar
Sobre todo en relaciones largas tendemos a pensar que lo sabemos todo del otro. Tomar decisiones o asumir estados por el otro es una equivocación. No se trata de adelantarse o suponer sino de confianza y comunicación. Nadie mejor que uno mismo sabe lo que piensa, por eso si deseamos conocer algo lo mejor es preguntar, hablar es la clave.
8 Hablar en momentos menos oportunos
Algo tan simple como hablar con tu pareja puede traer complicaciones si siempre elegimos un momento inoportuno. Por ejemplo, si el otro ha tenido un mal día o está muy cansado no se tomará igual de bien una buena noticia que tengas que darle. Saber elegir el momento es todo un arte que evita malos entendidos o problemas.
9 Apresurarse y vivir todas las etapas en el menor tiempo posible
Tener la paciencia y las ganas de vivir cada estado es fundamental. Todos queremos un final feliz, una vida perfecta llena de amor pero lanzarse a ello sin hacer el camino no asegura lo que ansiamos. Es más, muy probablemente tenga el efecto contrario. Es importante experimentar los cambios y la evolución con nuestra pareja al ritmo adecuado, poco a poco y sin prisa.
10 Estar con pareja para sobrellevar tus problemas
En un mundo en el que prima encontrar el amor, tener una casa, un trabajo e hijos es fácil pensar que tener una pareja va ser la solución. No hay problema personal que vaya a arreglarse porque compartamos nuestra vida con alguien; del mismo modo que no hay que buscar hijos para salvar nuestros problemas de pareja.
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