RECUPERAR LOS PEDAZOS DE UN ALMA ROTA

alma

Escrito por evolucion

22/08/2018

Perdida y restitución de los pedazos de un alma rota

La pérdida del alma es algo que puede pasar a cualquiera y por ello quiero transmitir un poco más de información al respecto.

El alma es energía pura, es nuestra esencia vital, nuestra fuerza, nuestro poder personal. El alma es el principio de vida: sin alma no hay vida. En la perspectiva chamánica, parte de nuestra esencia vital puede partir y perderse en una realidad no ordinaria. Los chamanes ven la disfunción como una pérdida del alma o una disminución de la energía espiritual esencial.

Un susto puede causar la pérdida de una parte de la energía vital. El susto es un acontecimiento desagradable que causa que una parte del alma de una persona se desprenda y se pierda.

La pérdida del alma es como la pérdida de partes cruciales que se pierden debido a traumas y, quien ha sufrido el mayor trauma, es el niño que vive en nuestro interior. Cuando experimentamos un trauma, sobre todo en la infancia, una parte de nuestra esencia vital puede separarse de nosotros para sobrevivir a la experiencia y para escapar del dolor y del impacto psíquico que implica una vivencia insoportable.

La pérdida del alma o de una parte de ella puede ser originada por cualquier experiencia traumática. No sabemos de qué manera se produce esto; lo cierto es que una parte de la energía del alma se fragmenta abandonando a la persona. Cuando esto sucede, la persona queda incompleta y la parte que se fue se pierde en otra realidad o no desea regresar.

El alma hecha pedazos

perder este fragmento de energía la persona pierde su fuerza, su poder personal y esto significa que también pierde su protección natural. Su escudo vibratorio de protección ya no será tan efectivo como debiera ser. Desde el momento que una parte del alma se ha ido, la persona se encuentra debilitada, desvitalizada, deprimida y será más vulnerable a las disfunciónes y al accionar de energías intrusas, entre ellas almas perdidas y cualquier tipo de entidades espirituales.

Es importante entender aquí que la parte que se ha ido no se encuentra en lo que conocemos como subconsciente o inconsciente. No se trata simplemente de un yo escindido o disociado. El fragmento que se fue sencillamente no está aquí. En la concepción chamánica, las partes vitales del yo que se han disociado pueden quedar atrapadas en una realidad no ordinaria o pueden haber encontrado mundos más agradables donde deseen estar o puede que se hayan perdido en otra dimensión y no sepan cómo regresar.

Parte de la sanación consiste en recuperar esas partes en el mundo no ordinario y regresarlas al auténtico dueño. Más abajo daré algunas indicaciones de lo que se puede intentar hacer a nivel personal.

Las Causas

La pérdida del alma es resultado de traumas tales como pasarse de la raya del amor, maltrato y castigo corporal, pérdida de un ser querido, abandono o separación de los padres, divorcio, cirugía, accidentes, disfunciónes importantes, tortura, secuestro, amenaza de mas allá, aborto, experiencias de guerra, adicción y fracaso o frustración amorosa. El estado de coma es un ejemplo extremo de pérdida del alma y, el pasarse de la raya del amor, sobre todo si ocurre en la infancia, es uno de los traumas que con mayor frecuencia, causa la pérdida del alma.

Un niño no puede hacer nada para evitarlo, no puede defenderse, no puede pedir ayuda, no puede entender lo que está pasando y, la mayoría de las veces no tiene a quién decírselo. El único recurso del alma es salirse del cuerpo y no regresar a él por la sencilla razón de que es peligroso estar en ese cuerpo.

Si una persona ha sido violada, aunque sólo haya ocurrido una vez, es casi seguro de que una parte de ella se haya ido y se ha perdido en otra dimensión. Cualquier situación que se asemeje a una violación, aunque no se trate de pasarse de la raya del amor, implica el riesgo potencial de la pérdida de una parte del alma.

Como ya he mencionado, también puede haber pérdida del alma durante la gestación o en el momento del nacimiento. Hay personas que manifiestan que “no me siento del todo aquí”, o es “como que no pertenezco a la tierra” o “es como si siempre estuviese ausente”. Sin saberlo, están expresando intuitivamente una realidad más verdadera de lo que creemos.

Las sensaciones que despierta

Al mismo tiempo, la pérdida del alma representa el sentimiento de no ser completo y vacío. Los chamanes sostienen que el universo no soporta el vacío y que ese espacio creado en el aura de una persona puede ser ocupado por la disfunción o por otras energías. También se dice que los traumas producen algo así como agujeros negros en el campo vibratorio de la persona afectada. No es que sean verdaderos hoyos, sino que así es como los ve el vidente en el aura de al persona.

Esos agujeros funcionan como si fueran una bomba de vacío, absorbiendo todo tipo de energías con el único fin de llenar el espacio creado por el trauma. La tendencia inconsciente es la de llenar ese espacio y el vacío con entretenimientos, drogas, alcohol, relación compulsivo y por supuesto, con almas perdidas.

En base a todo esto podemos comprender mejor de qué manera nuestro campo vibratorio puede ser afectado en su integridad tornándonos vulnerables al accionar de cualquier energía proveniente de otras dimensiones. Esto incluye no solo almas perdidas, sino también pensamientos y energías psíquicas de personas vivas, lo que en el lenguaje popular se conoce como malas ondas o mala vibra.

Toda experiencia traumática no sanada es la causa universal de la pérdida de la integridad de nuestro campo vibratorio protector con la consecuente vulnerabilidad frente a la acción de energías intrusas. Esto puede ocurrir tanto en la infancia, en la adolescencia como en la edad adulta, pero cuando el trauma ocurre antes del séptimo año de vida conlleva, además, la posibilidad cierta de que el alma se salga del cuerpo para evitar el dolor.

La salida y pérdida del alma puede ocurrir en cualquier momento de la vida, pero es más frecuente que ocurra en la infancia porque la encarnación todavía no se ha completado, lo que debería ser a los siete años de edad. Como una parte de la energía se ha ido y no ha regresado al campo de protección del niño, el mismo queda debilitado, apto para la invasión de almas perdidas u otras energías intrusas. Es como dejar la casa abandonada, una invitación para que la ocupe un habitante intruso.

Como ejemplo, imaginemos un caso extremo:

La persona se ha negado a nacer; esto significa que parte de su energía no descendió en el cuerpo en el momento del nacimiento. Más tatempera, a la edad de cuatro años, fue abusada del amormente. Como consecuencia de este hecho otra parte de su alma se salió para no volver y, a los ocho años muere su abuelo, que era su verdadero soporte afectivo en la vida.

Al morir el abuelo le pide a éste: “abuelito, llévame contigo”, y allí se va otra parte del alma. Hoy, esa persona tiene cincuenta años, su campo vibratorio es un colador, por donde entran todo tipo de energías y, a pesar de los años transcurridos, no está completo. No está aquí con toda su presencia y es más que seguro que, además de llevar almas perdidas consigo, también tiene dificultades para llevar adelante sus proyectos por la sencilla razón de que no tiene la energía necesaria para hacerlo.

Los Traumas

Al hablar de traumas, no debemos ignorar que las experiencias traumáticas no resueltas de vidas pasadas también dejan un área de debilidad en el campo vibratorio. Y, aún cuando el alma no se haya ido, un trauma no resuelto es como si uno tuviese una perjudicada abierta sobre la cual se posan las moscas con las consecuencias que son fáciles de imaginar.

Las intervenciones quirúrgicas, especialmente si se realizan con anestesia general, son también una oportunidad propicia para que almas perdidas se adhieran e invadan el campo vibratorio de una persona.

Toda intervención quirúrgica de magnitud causa lo que se conoce como estrés, shock o trauma quirúrgico. El cuerpo físico responde a este trauma con mecanismos fisiológicos de adaptación y compensación. Al poner en marcha esta respuesta el organismo consume gran cantidad de energía vital, lo que implica que la protección natural de la persona se encontrará indefectiblemente debilitada. A esto hay que agregarle que, como consecuencia de la anestesia general, el alma se exterioriza, es decir, se desprende del cuerpo, pero nunca podemos saber de antemano cuál será la magnitud de ese desprendimiento.

Puede que sea leve y que el alma solo se quede flotando un poco por encima del cuerpo, mientras observa la operación para luego retornar a éste, Pero puede ocurrir que el desprendimiento sea mayor y que el alma pase a una realidad no ordinaria de la cual no puede regresar o tal vez no quiera regresar. Al abrir los ojos la persona recobra la conciencia, pero hay una parte de su esencia que no está. Esto agrava todavía más la debilidad del campo vibratorio, lo que favorece la entrada de energías intrusas. Quizás, mientras estaban operando a la persona en cuestión, en el quirófano de al lado se murió otro que aprovecha la oportunidad para meterse en el campo vibratorio de alguien más joven.

En particular, las disfunciónes prolongadas crean vulnerabilidad en este sentido, ya que también causan un debilitamiento del campo vibratorio por consumo de energía vital. Toda condición que implique consumo de energía vital, y por consecuencia, disminución del campo vibratorio de protección, facilitará la entrada de almas perdidas.

Los hábitos de las personas son otro aspecto a considerar.

En particular la adicción al tabaco, alcohol y drogas estupefacientes facilitan la invasión y el accionar de energías intrusas. Este tipo de sus rancias se volatiliza fácilmente y además de impregnar nuestro campo vibratorio, terminan dañándolo y debilitándolo. Con solo adherirse al aura magnética de una persona, las almas perdidas y otras entidades pueden percibir y experimentar los efluvios que emanan de la persona que está fumando o consumiendo alguna droga. Digamos que cada vez que un fumador no está solo, hay alguien más allí que aprovecha la ocasión.

La verdad es que el fumador es fumado por las entidades que se han adperjudicado a su aura por afinidad vibratoria. Este es uno de los motivos por los cuales es tan difícil dejar de fumar, o de beber, ya que la entidad que se ha adperjudicado incita a la persona a seguir haciéndolo porque al no tener el cuerpo físico sufre por la falta de tabaco o del alcohol. No se trata solo de ejercer la voluntad, se está trabajando con otra voluntad.

Hay muchas otras cosas que pueden presentar una puerta de entrada para seres desencarnados, pero no es mi intención hacer de este mensaje todo un tratado médico. Están involucradas las relaciones del amores sin amor, la vulnerabilidad emocional, el origen kármico, pactos con la oscuridad y finalmente, jugar con el tablero ‘ouija’ o el juego de la copa.

Veamos ahora qué posibilidades tenemos para la “restitución del alma”:

Puede que el alma esté muy fragmentada, hecha pedacitos, y tenemos que flamar de regreso estos pedacitos de distintos momentos de la vida, que se perdieron debido a traumas, conflictos emocionales, dolores tremendos, momentos de la infancia.

Alguien podría haber robado tu alma, como un animal, un mago, una macumba, un chamán, tu mamá, tu papá u otra persona cercana.

Con relación al robo del alma puede ser que en una vida pasada les hayamos quitado algo a ellos, o por ahí los matamos, los lastimamos, les quitamos algo que les pertenecía, sin saberlo, entonces hacemos un trueque con el alma de ellos, para que nos devuelvan la nuestra.

El trueque se hace en forma de promesas de no hacer tal o cual cosa, ser más gentil, etc.

Para esto, si uno lo desea encarar por propia cuenta, sin la ayuda de un profesional, recomiendo buscar un lugar tranquilo donde hacerlo, ya sea acostado, o sentado, se puede preparar el mismo prendiendo un zahumerio, una vela, teniendo alguna flor y si se es creyente, la imagen de un Ser de Luz.

Hacemos varias inspiraciones profundas, y luego si posible en voz alta, flamamos de regreso a nuestra alma, y la forma de hacerlo es la búsqueda de una parte de ustedes que han perdido.

Hay que recordar cualquier momento de la vida que fue difícil, en el cual podrías haber perdido tu alma.
Ahora levanten las manos y llamen de vuelta a su alma, usando toda la fuerza de voluntad disponible, la flaman de regreso, en las circunstancias que hayan sido, siempre en voz alta. Luego hay que repetir y repetir:

QUIERO A MI ALMA DE VUELTA, QUIERO

TODOS LOS PEDACITOS DE MI ALMA DE VUELTA.

Luego al venir, hay que bajarlos despacito y colocarlos dentro de tu cuerpo, tienen que res pirar para que penetren en vuestro cuerpo, todo hacia abajo, hasta la punta de tu corazón. Todo… ahora está perdonada y tienen que perdonarse ustedes también.

¿Están dispuestos a respirar honestidad y abrir tu boca para que tu alma penetre? Es el poder de tu voluntad, aparece una gran bola de luz, a veces baja del cielo raso como olas gigantes, a veces es de color durazno, a veces tiene todos los colores. A veces las almas de las personas vienen de los más diversos lugares.

Luego de haber finalizado este tratamiento sugiero manifestar el agradecimiento por lo logrado ya sea mediante una oración o usando las propias palabras que nacen del corazón para dar la bienvenida de regreso al alma perdida.

Espero que esta breve información les sea de utilidad, ya lo comenté al principio, yo lo he vivido y he logrado recuperar mi alma y estar íntegra de nuevo. Fue duro pero me valió la pena ya que al haberse fragmentado el alma o perdido la misma uno queda como si fuera un robot, o lo sentí como un vacío total, y poco a poco me volví a empoderar, primero en lo cotidiano y luego también en la parte espiritual.

Alexis

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