Lo que comúnmente se flaman enfermedades y síntomas, lo flamamos experiencia de vida no digeridas (que se instauraron inconscientemente), de manera que si podemos o se nos permite estar con lo que está pasando en nuestra vida, empezamos a ser conscientes de ella y cuando toma coherencia, la digerimos. Así, al poder estar en presencia del movimiento de la vida, nuestra vida empieza a expandirse.
Desde el momento en que nacemos pasamos por el canal del parto, o no, pudo ser cesárea, estamos contando nuestra historia, si son al menos más o menos nueve meses de historia, y curiosamente la historia que es digerida no tiene necesidad de ser contada, lo que suele pasar es que se olvida, pero no sucede lo mismo con la que no ha sido digerida, nos desborda, la cual requiere un espacio para ser contada que la pueda escuchar y tome coherencia en mí lo que estoy sintiendo. Si pudiésemos estar con lo que le pasa al otro, recibirlo, sin tener que hacer nada con ello, el otro podría ser curado profundamente.
Pero ésto no es lo que suele pasar, de hecho casi nunca pasa lo que suele pasar. Es que mi espejo está sucio de mi propia historia de vida no digerida y no tiene cabida la del otro, la cual al resonar en mí se vuelve a veces insoportable y lo que hago es callar al otro diciendo que es por su bien cuando en realidad es que lo estoy haciendo por mí.
Es posible que ésto le suene al que está leyendo: un amigo te cuenta un gran problema que está teniendo y mientras está relatándolo te sorprendes a ti intentando ver en que momento se calla para decirle lo que tiene que hacer. ¿Te suena?, ésto es no escuchar.
Y de esta manera la historia de vida no digerida se van instaurando en mí y curiosamente la inteligencia, la vida, nos las pone delante como enfermedades o síntomas justo para poder tener la oportunidad de poder digerirlas y expandirnos en este proceso que es la vida. Pero en vez de darme cuenta de que es justo para darme cuenta de algo que no esta bien en mí, creo que son las circunstancias las que están mal o tengo mala suerte e intento distraerme quitándome los síntomas y, a la vez, la oportunidad de poder expandirme. Cuando tratamos de hacer fuera los cambios para poder sentirnos bien en nosotros estamos dando fuerza a la enfermedad, cualquier cosa que me aleje da la sensación me esta alejando de la oportunidad de digerir la historia.
Y todo ésto se complica puesto que la gente en realidad no puede escuchar, puesto que a la gran mayoría nuestros padres no pudieron escucharnos y vamos por el mundo intentando encontrar un lugar donde poder ser escuchados, y lo que ocurre es que la historia del otro resuena con mi propia historia y no siendo consciente de ésto intento hacer algo en el otro y contribuyo a su debilitación no permitiendo que tome el poder de sentirse como se está sintiendo. Pues tiene todo el derecho ya que es así como se está sintiendo. Cuando no trabajamos contra lo que es, lo que es empieza a perder fuerza. La situación, lo que está pasando siempre es neutro, es solo desde mi historia de vida no digerida que la califico de buena o mala.
El propósito de trabajo de Presencia Biodinámica es crear un espacio vacío para que la historia de vida pueda ser contada, y este vacío es quien tú eres. Si te permites recordar debajo de capas de experiencia de vida no digerida, las cuáles se vuelven maestras si eres capaz de verlas como enemigas sino te identificas con ellas, sin querer deshacerte de ellas. Sólo empieza a dar espacio en tu cuerpo para que ellas puedan ser escuchadas.
El trabajo en Presencia Biodinámica es una indagación en el presente que es muy diferente a una descripción, a pesar que la mayoría de las veces se confunden. De hecho definir algo e indagar en algo son polos opuestos de la experimentación de esa cosa. La definición solo es mental, dejando a lo definido al conocimiento conceptual. Indagar en algo es abrirlo, encontrarse con ello sin separación, vivirlo plenamente cosa que no puede tener definición.
Cuando te experimentas directamente, descubres el espacio que eres, la quietud, el vacío en lugar de estar limitado a un cuerpo con su historia de vida. La experiencia es asombrosa y liberadora. A ésto es a lo que llamo indagación que es mucho mas que una pregunta.
Indagación no significa la obtención de información, si no la experiencia directa la cual no esta mediatizada por ninguna información. La experiencia directa penetra independientemente de la información que pueda encontrar por el camino. Sólo podemos experimentar algo directamente dejando atrás todo concepto previo que tengamos de ello. En la experiencia directa no hay pensamiento, es pura sensación. Por esto, al intentar definir el trabajo añadimos pensamientos y conceptos, y ya no es el mismo evento que nos ocurrió.
Indagar en lo que está presente exige que no tengamos un concepto previo sobre ello. Como durante la mayor parte de nuestra vida se nos enseña a acumular conceptos, información, categorizar lo que percibimos, la indagación en el presente supone un reto de vivir el hecho. Lo que esta ocurriendo sintiéndolo es justo cuando me permito sentir, no sentir ésto o lo otro es sentir sin más. Esta es la puerta de entrada al presente, la sensación sentida sin separación de lo sentido y recuerda que la separación se da en el conocer.
Carles Compañwww.presenciabiodinamica.com
Ricardo Trejo Añorve