Para muchos humanos el mayor atractivo de los gatos es que tienen un carácter muy marcado y son independientes. Sin embargo un estudio publicado el la revista Journal of Veterinary Behavior demuestra que los gatos no son tan independientes como cabría esperar y que el comportamiento de las personas con las que conviven, influye de manera decisiva en las conductas de estos animales. Dicen algunos, que los gatos adoptaron a los hombres, ya que hace 10,000 años, fueron los felinos quienes se acercaron a los campos de cultivo donde estaban los humanos y en los cuales había ratas.
Parece que con el paso del tiempo los gatos se han adaptado perfectamente a la convivencia con humanos.
En el estudio había dos tipos de gato, uno estaba compuesto por gatos que vivían en pisos pequeños y no tenían acceso al exterior, en el segundo se incluyeron gatos que vivían en casas grandes con posibilidad de salir e incluso pasar la noche fuera de la casa. Aparte de esto no había mayores diferencias en el trato, cuidado y relación con los dueños.
Aunque las atenciones hacia los gatos eran iguales en ambos grupos, se observó que los que vivían en espacios reducidos y más en contacto con sus propietarios estaban más sincronizados con los humanos, de manera que comían a las mismas horas que ellos y por la noche solo dormían.
Por su parte los gatos del segundo grupo tenían un comportamiento más típico de un felino, con una mayor actividad durante las horas nocturnas y un mayor intuición depredador.
Cuando las personas se convierten en el grupo social principal de los gatos, los humanos se convierten en el modelo de comportamiento, si los dueños dedican tiempo a jugar con sus gatos estos estarán motivados a permanecer más activos. También sincronizan sus horarios de comidas y a menudo la obesidad humana y felina suelen coincidir.
Por su parte los gatos pueden influir en el comportamiento de los humanos que ajustan sus horarios para responder a las necesidades de su gato, por ejemplo levantarse más temprano para darles de comer.
Los gatos son animales inteligentes y tienen memoria duradera, son capaces de observar y aprender de los humanos, como comprender donde se guarda su comida y a que horas se la dan.
También son capaces de responder a demandas de afecto y a su vez pedirlas ellos también, los gatos pueden interactuar con sus dueños, entenderlos e incluso manipularlos para conseguir lo que quieren.
El estudio precisó que son más propensos a corresponder a las necesidades de sus dueños si ellos han respondido previamente a las suyas.
Un humano y un gato pueden desarrollar relaciones complejas con mutuo entendimiento. Las relaciones entre los gatos y los humanos involucran atracción mutua, compatibilidad de personalidades, facilidad de interacción, juego, afecto y apoyo.