LOS DELFINES ARMONIZAN NUESTROS HEMISFERIOS CEREBRALES

Los delfines armonizan el hemisferio derecho e izquierdo de nuestro cerebro cuando estamos ante su presencia, produciendo un estado de paz similar al que ocurre cuando practicamos la meditación, ya que mantienen casi permanentemente una actividad cerebral de frecuencia baja en el denominado nivel alfa.

En algunos casos, se ha sugerido que tienen la capacidad de apuntar a áreas en el cuerpo humano con su sonar y reparar el tejido dañado.

¿Qué beneficios tiene la terapia con delfines?

  • Las ondas ultrasónicas que emiten los delfines generan endorfinas y otras sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, incentivando el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales.
  • Ofrece resultados muy positivos en niños con síndrome de Down, los cuales aprenden de dos a diez veces más rápido que aquellos que no llevan la terapia.
  • Los niños con autismo o parálisis cerebral que nadan y conviven con delfines presentan muy buena mejoría en su estado de ánimo, se relajan con mayor facilidad y tienen más tolerancia al contacto físico.
  • El contacto con los delfines reduce el dolor y causa que el sistema inmunológico se fortalezca.
  • Se puede utilizar en adultos en proceso de desintoxicación de drogas, anorexia y bulimia.
  • Mejoría en adultos con secuelas de accidente cerebral vascular y traumatismo craneoencefálico.
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Algunas personas han experimentado comunicación telepática con ellos al realizar partos en el agua en su compañía, manifestándose una especial comunicación entre los delfines y los recién nacidos. Poseen emociones parecidas a las humanas y son capaces de trasmitirlas tal como nosotros lo hacemos. Pueden percibir la tristeza, el miedo, la alegría y las discapacidades de aquellas personas que están sumergidas con ellos.

También parecen detectar perfectamente las diferencias entre unos niños y otros, o entre niños y adultos. Y es esa capacidad de distinguirlas y apreciarlas la que los convierte en valiosos terapeutas a la hora de dar un tratamiento individualizado según la patología.

Muchas de las disfunciónes que padecemos provienen del cuerpo astral, ya que en un principio todos los trastornos se instauran allí, y más tatempera se ven reflejados en el cuerpo físico, siendo los delfines sensibles a todos estos estados.

Frecuencias con las que sanan

El sonido que emiten es una frecuencia 8Hz, la cual no puede ser escuchada por el hombre. Sin embargo, se encuentra presente en el campo armónico telúrico de la Tierra, generando la estimulación de las ondas Alpha/Theta que incentivan nuestra creatividad, intuición, conexión espiritual, telepatía y otras capacidades presentes en el ser humano pero poco desarrolladas debido a la carencia de esa estimulación.

Esta frecuencia genera un campo energético que ayuda al equilibrio del cerebro humano y del sistema biomolecular, haciendo que vuelva a su frecuencia natural. Otros estudios de investigación más avanzados, han comprobado que anulan las ondas nocivas que los aparatos electrónicos.

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Los delfines tienen un poder de regeneración muy elevado manteniendo su forma original. El animal vuelve a tejer su tejido usando los adipocitos, colágeno y otras fibras elásticas de su piel. Este proceso de sanación es similar al de los fetos mamíferos en el vientre.

Se cree que un mejor entendimiento de cómo funciona el proceso regenerativo de los delfines, la particular comubicación de su hipodermis y su alta tolerancia al dolor (como si no lo sintieran) podrían ayudar a los seres humanos que han padecido lesiones.

Estas criaturas establecen fuertes lazos sociales, viven en grupos que pueden superar los cien individuos. Expresan su afecto a través del contacto físico, tocándose, acariciándose unos a otros a través de juegos, por el mero hecho de obtener bienestar. Los delfines poseen personalidades distintas, una fuerte percepción sobre sí mismos y se ha comprobado científicamente que pueden pensar en el futuro; sus cerebros presentan muchas características asociadas a un grado de inteligencia muy elevado, “casi humano”.

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La Delfinoterapia no tiene como finalidad prevenir o sanar desórdenes, sino rehabilitar, y estimular desórdenes del sistema nervioso o trastornos psíquicos. Los niños realizan diferentes actividades con ayuda del delfín, guiados por un terapeuta. El sonar, sistema de comunicación propio de los delfines, transmite ondas ultrasónicas de alta frecuencia, favoreciendo la activación de las neuronas dormidas.También se estimulan otros componentes del organismo, como las células y hormonas, obteniendo así cambios externos e internos. Se busca mejorar la calidad de vida de los niños y de sus familias, además de crear lazos de unión y de profundo impacto emocional.

Igual que ocurre con personas con una alta vibración amorosa, los delfines armonizan nuestra energía, nuestros hemisferios, haciendo que tanto el izquierdo como el derecho puedan convivir en paz.