Si no estás familiarizado con los centros de energía del cuerpo, flamados chakras, te conviene consultar algún libro que los describa en profundidad. Breve y muy básicamente, hay siete chacras principales que se distribuyen por la línea central del cuerpo. También existen otros chakras en el cuerpo, pero en nuestro sistema de canalización utilizamos sólo estos siete vórtices de energía principales.
El primer chakra está localizado en la base de la columna vertebral, dentro del cuerpo físico, aunque estos centros de energía penetran también en nuestros «cuerpos» no físicos. El primer chakra, con frecuencia flamado chakra raíz, se relaciona con nuestras necesidades y funciones de supervivencia básica.
El segundo, localizado en el varón tres dedos por debajo del ombligo y, en la mujer, a cuatro dedos, se relaciona con la del amoridad y la sensualidad.
El tercero está en el plexo solar (ese triángulo blanco que hay en la base del esternón) y se relaciona con la voluntad personal y las emociones.
El cuarto, chakra del corazón, está en el centro del pecho, a un tercio de la altura del esternón. Trabajamos mucho con la energía de este chakra, que es el punto de conexión entre el espíritu (los tres chakras superiores) y la materia (los tres chakras inferiores), es decir: el encuentro del cielo y la Tierra. Los atributos básicos del chakra del corazón son: la compasión, la capacidad de mantenerse cen¬trado, la vinculación con la Presencia Curativa y nuestra capacidad de amor incondicional.
El quinto chakra está localizado en la base del cuello, en ese hueco suave que se forma en la reunión de las dos clavículas. Este centro energético se asocia con la comunicación, la autoexpresión y la creatividad.
El sesto chakra, también flamado «tercer ojo», se localiza justo por encima de las cejas, en el centro de la frente. Los atributos de este centro de energía son la visión interior y el conocimiento interior; se lo asocia generalmente con «saber» o «ver» las verdades superiores.
El séptimo o chakra coronario está, en realidad, entre quince y treinta centímetros por encima de la cabeza, pero para simplificar muchos se refieren a él como si estuviera en la coronilla. Este centro de energía se asocia con el nirvana (otra palabra sánscrita; el sánscrito es el idioma más apropiado para describir los fenómenos espirituales tradiciona¬les): unión con lo transpersonal o la conciencia última.
Estos centros energéticos, juntos, forman un pasaje para la energía, que asciende por los cuerpos físicos y no físicos; reciben el nombre colectivo de sistema del Kundalini. Kundalini (nuevamente una palabra sánscrita) es la fuerza vital que asciende por esos centros de energía, vitalizándolos y abriéndonos a la posibilidad de iluminación.
A esto nos referimos cuando hablamos del sistema de los chakras en el proceso de conexión.
El primer paso, en la canalización, es disponer el ambiente a fin de sentirse cómodo y seguro. Cuida de que nadie te interrumpa; desconecta el teléfono y arregla todo de modo que no se te moleste. Bríndate tiempo suficiente para apreciar la experiencia e integrarla antes de volver a encarar la vida diaria. Te sugeriría que te concedas dos horas.
Comienza por acostarte en un sitio cómodo. Después de haber practicado puedes experimentar la canalización estando sentado, pero para comenzar es mejor que puedas prestar a tu cuerpo la menor atención posible. Usa una manta liviana para cubrirte, pues la temperatura del cuerpo descenderá mientras estés en trance y no conviene que te dis¬traiga ninguna molestia física. Pon los brazos por fuera de la manta, por si requieres usarlos al canalizar. Luego, con tu compañero o una grabación ya preparada, realiza el proceso de conexión.
He aquí el proceso de conexión. Lo explicaré paso a paso, pero debes leerlo primero hasta el final.
Veamos ahora en detalle cada paso del proceso. Puede parecer extenso, pero no me canso de insistir en que las fuer¬zas con las que trabajamos pueden ser muy poderosas y de¬ben ser tratadas con respeto y atención.
Paso Número Uno: «Respira profundamente un par de veces y deja que tu cuerpo se relaje. Percibe cualquier tensión o aprensión, y utiliza tu respiración para hacerlas ascender por tu cuerpo, liberándolas al exhalar.» Si tienes una técnica personal para relajar tu cuerpo y poner la mente en blanco, puedes utilizarla. De lo contrario, usa la respiración. Repara en cualquier grupo de tensiones que tengas en el cuerpo y envía el aire hacia ellos, hasta que la tensión se libere. Puede convenirte visualizar o imaginar, simplemente, el aire circulando por tu cuerpo y relajando sucesiva¬mente cada parte del cuerpo.
Paso Número Dos: «Desde la profundidad de la Tierra haz que ascienda un arco de energía terrestre color de vino. Hazla recorrer la mitad inferior de tu cuerpo.» Visualizar no tiene nada mágico. Basta con que lo imagines. Centra toda tu conciencia en la imagen de la energía que asciende a tra¬vés del planeta. Visualiza esa corriente de energía pasando por las plantas de tus pies y arqueándose sobre tus piernas, para penetrar luego en tu cuerpo en la base de la columna o chakra raíz, y volver luego a la tierra. Esto centra tu energía y la conecta con la Tierra, sin importar adónde te lleve tu experiencia. Continúa visualizando el arco de energía hasta que llegues casi a sentirla.
Paso Número Tres: «Haz descender un arco de conciencia de Dios. Visualízala como una hermosa luz dorada y cúrvala por la mitad superior de tu cuerpo, para que te conecte con la conciencia de Dios.» Si las palabras «conciencia de Dios» te causan dificultades, puedes utilizar las que te parezcan correctas, dando por sentado que estás conectándote con lo divino, con los niveles transpersonales.
El hecho es que estás yendo hacia la Fuente de toda conciencia, aquello que está más allá de los reinos personales del pensamiento humano. Visualiza esta energía que viene de lo alto y pasa rozándote la coronilla. Luego has de ver que ese torrente de energía se curva y describe un arco bajo tu espalda, hasta salir por la base de tu columna vertebral o chafara raíz, como una U mayúscula. Puede ayudarte visualizar la conexión de la energía terrestre y la conciencia de Dios como si produje¬ra una luz anaranjada intensa allí donde se encuentran, en el chafara raíz. Una vez más, visualiza este flujo de energía hasta que puedas sentirlo o percibirlo. Luego continúa con el paso siguiente.
Paso Número Cuatro: «Desde la base de la columna vertebral, envía raíces que se adentren en la Tierra, andándote y cimentándote.» Esto es fácil de visualizar. Permite al planeta apoyarte con su energía y anclarte de forma física. Cuan¬do te parezca bien, pasa a lo siguiente.
Paso Número Cinco: «Desde la base de la columna, envía ganchos hacia los cuatro rincones de la habitación, ubicando tu cuerpo en el tiempo y en el espacio.» Este paso tranquiliza a la mente y hace que tu cuerpo se sienta seguro. No se perderá, vayas adonde vayas.
Paso Número Seis: «Rodéate de una esfera protectora de luz blanca, sabiendo que sólo la información que represente el bien más elevado para ti y para quienes te rodean podrá pasar por ese escudo protector.» «Esto garantiza que la información a la que tengas acceso sea del nivel más elevado posible.» Es una declaración a las energías de que sólo estás abierto a lo que pueda ser más útil. Esto es también lo que deja afuera las energías del plano astral. Esto es muy importante. Por favor, visualiza este paso hasta que consideres que está completo, antes de pasar al siguiente.
Paso Número Siete: «Abre luego el chafara coronario, en la parte superior de tu cabeza, y envía ganchos hacia tu propia conciencia expandida, tus maestros interiores y tus guías.» Esta es también una visualización que encierra mucho poder. Este paso sirve para reconocer conscientemente tu sociedad con aquellos aspectos de tu propia conciencia que se denominan conciencia expandida o superior y guía interior. Es otra forma de protección que garantiza tu apertura sólo a aquellos aspectos de lo colectivo que sean más útiles.
Paso Número Ocho: «Desde la base de tu columna, el chakra raíz, haz que ascienda una espiral de energía Kundalini, en el sentido contrario a las agujas del reloj, por tu sistema de chakras. Visualízala como una espiral de luz blanca que purifica, equilibra y abre cada chakra al subir por tu cuerpo y salir por tu coronilla, conectándose con la fuente de toda la conciencia.» Ahora el proceso de conexión se ha ganado realmente su nombre. Dedica a éste tanto tiempo como necesites. Visualiza cada centro de energía o chakra, viendo interiormente la espiral de luz blanca que asciende por el centro de tu cuerpo. A medida que la energía salga por tu cabeza, ten la sensación de abrirte a la fuente de toda conciencia, de entregarte a eso que está más allá. Tu cuerpo puede vibrar o no cuando te abras a esta energía. Será lo que deba ser en tu caso. No te ajustes a modelos ajenos. Deja que pase lo que corresponda para ti.
Paso Número Nueve: «Llama a tu guía.» Suena fácil, ¿verdad? Lo es. También requiere mucha confianza. Si trabajas con un compañero, éste puede percibir el cambio de energía cuando el aspecto canalizado se tome disponible. Tu compañero puede preguntar, simplemente. «¿Cómo quie¬res que se te llame?» Y luego preguntar si no hay inconve¬nientes en formular algunas preguntas a esa energía. Si no trabajas con un compañero, tendrás que sentir cuándo se presenta esa «otra» energía, para entonces mantener la con¬versación entre tu propio aspecto personal y aquel aspecto que está disponible para ser canalizado. Una vez más, te sugiero que al principio es mejor trabajar con un compañero.
Una vez que te abres a la energía, la forma en que se presente esa información puede asumir una variedad de formas. Quizás escuches simplemente las palabras en tu cabeza, como yo, y luego pronuncies las palabras. La información puede llegar en imágenes; en ese caso, te recomiendo que te limites a describirlas. Un amigo mío, que canaliza desde hace más de doce años, ve cada palabra escrita como en un letrero, que aparece en el horizonte de su visión interior, y se limita a leerlas. No esperes oír voces extrañas en tu cabeza: las palabras sonarán como tus pensamientos, no como una versión hollywoodense de la Presencia Divina. El secreto está, simplemente, en confiar en lo que se presente y decirlo.
Prepárate para equivocarte y hasta para hacer el ridículo. Los mejores psíquicos sólo aciertan en un ochenta por ciento de los casos. Debes estar dispuesto a experimentar. Cuanto mayor sea la frecuencia con que canalices, más profunda y fácil se te hará la experiencia. Yo todavía me pongo algo nerviosa cuando la canalización empieza a hablar del hermano de alguna persona, y yo no sé siquiera si ese hermano existe. A veces ha ocurrido que el consultante no tiene ninguno, pero sí una persona que es «como» un hermano.
Cuando hayas terminado con las preguntas preparadas y preguntado si hay algún mensaje adicional, ya listo para dar la sesión por terminada, agradece a la energía. En este trabajo siempre es útil agradecer a la Fuente. Luego libera la energía, simplemente. Por lo general se siente cuándo está lista para «partir».
Si no, libera de tu cuerpo esa energía, conscientemente, y permítete regresar a un estado normal de conciencia. Concédete unos minutos para regresar a tu nivel normal de conciencia.
Nunca me he permitido canalizar en un idioma que no domine conscientemente. Sin embargo, creo que ha de ser posible.
Es necesario tener un compañero yo estoy sola como puedo ser
Namaste
Me pareció muy bien explicado en conceptos básicos cortos. Y la visualización medtación o canalización, a continuación, del artículo, bien importantes. Gracias
Gracias!
Gracias por compartir!!!!!!!!!!!
Mauro A. Sarabia Peña
sabe si esta ocurriendo algo en las energias? me siento extraño en este momento