Ciertas personas lejos de aislarse en una cabaña y convertirse en seres “asociales”, han sacado el máximo provecho de las lecciones que esas situaciones les han aportado.
Algunas de las situaciones con las que nos encontramos, suponen un reto vital que termina en decepción. Así, las personas que apuestan por la felicidad suelen lograr superar estos retos y mejorar sus situaciones vitales futuras.
Pasemos a ver algunas de las situaciones más complejas por las sufrimos, aprendemos y nos hacemos más fuertes.
“Relaciones familiares conflictivas”
No todo el mundo cuenta con un hogar estable, el refugio de toda persona
Lo cierto es que muchas personas reproducen de adultos lo que han visto en su casa, que se caracterizaba por ser ambiente negativo y tóxico. Otras, sin embargo, se conciencian firmemente de que si algún día formaran una familia, no querrán que ese ambiente se vuelva a reproducir en sus hogares.
Sí tú eres una de las personas que no has vivido un buen ambiente, saca la lección para tu futuro hogar.
“Decepciones amorosas”
Solo unos pocos pueden decir que encontraron a la primera un amor que les ha durado toda la vida y ha resultado como esperaban. Otras las personas han pasado por varios romances y desilusiones.
Si entraran en la desconfianza por desengaños anteriores se negarán la posibilidad de encontrar una pareja que encaje con ellas.
Por tanto, evita esto y no elijas la victimización tras el desengaño. Darle la espalda al amor, a parte de renunciar a sus riesgos, también significa una renuncia voluntaria a las cosas positivas que este nos puede aportar.
“Decepciones de amistad”
Quién no ha tenido un amigo que más que amigo era alguien tóxico que nos robaba momentos de calma. Darse cuenta de eso duele, indudablemente es un “palo” para nosotros.
Eso ocurre porque la mayoría de las personas conciben que la amistad es compartir, y no sufrir. Y así es.
Por tanto, aprende de tus decepciones pero no renuncies a la calidez e intimidad de la amistad con alguien. Las relaciones sociales son básicas para nuestra estabilidad.
“Decepciones académicas”
Las decepciones académicas hacen referencia a nuestra autoeficacia, por tanto está relacionado con nuestra autoestima. Por ejemplo, quizás creíste que lo conseguirías y no has obtenido ese resultado y eso te hace sentir fracasado.
Para remediarlo y que tu autoestima no se ve mermada, es el momento de examinarte a ti mismo. ¿Te has exigido lo suficiente? ¿No lograbas concentrarte?¿Demasiadas actividades a la vez? Seguro que si analizas sacarás conclusiones, y de ellas mayores destrezas para organizarte y saber como mejorar ese resultado.
“Problemas de bienestar”
Desafortunadamente, la bienestar no se valora hasta que se pierde, cuando nos vemos débiles, nos preguntamos como estando sanos nos hemos quejado tanto de todo. Pero los problemas de bienestar nos hacen ver lo que realmente es importante. Nos hacen vivir la vida con más consciencia y gratitud.
Aprende de la enfermedad, por muy dura que sea o haya sido. Sus lecciones son valiosas.
“Ruina económica”
No corren buenos tiempos para la economía, pero para algunas personas ha sido particularmente duro. Algunos no se han arruinado pero han visto como sus ahorros han desaparecido.
Esto es duro porque condiciona otros aspectos de la vida. Quizás tú hayas pasado por esta situación recientemente, pero con el tiempo valorarás lo material en la medida que se merece y serás más previsor .
“Crisis existenciales”
El “no saber quién soy” o “ a dónde voy” son pensamientos y sensaciones que el ser humano experimenta con asiduidad. No te preocupes, seguro que del tormento ahora sabes apreciar la calma. Y que todos esas preguntas que has intentando resolver, te han hecho más culto, más aventurero y te han llenado de verdad.
Con cada decepción, mira al frente. Llénate de fortaleza, no de rabia. Estarás en el camino de formar tu cabaña emocional, un refugio fuerte y con cimientos.
Cada vez me convenzo que es inutil refujiarse y alejarse de las cosas que nos ofrese la vida.
Esconderse y renunciar es dejar de vivir
Erika Martinez
Anilú Ovando