Tres lecciones de madurez sentimental: Podemos dar una pequeña lista sobre las grandes lecciones de madurez sentimental que debemos aprender si queremos ser personas maduras, adultas, que tienen relaciones plenas, pero que también son capaces de saber que las relaciones plenas pasan por ser antes una persona madura, responsable, adulta…
1. Irás madurando con el tiempo.
Nuestro cuerpo y nuestra alma son como dos herramientas a las que cuesta cogerles el truco. Es normal que todos con 18 años o así, seamos unos irresponsables, unos caraduras, unos vagos, unos insociables, e incluso es posible que seamos personas con baja autoestima… Pero es que nuestro cuerpo y nuestra alma es tan compleja, que tardaremos en cogerle el truco a las mismas… Como hombres y mujeres tenemos que aprender a ser adultos, a ir creciendo, a ir aprendiendo las relaciones sociales, a ir aprendiendo a conocernos a nosotros mismos…
A los adultos no les suele gustar demasiado los niños y los más jóvenes, no porque los vean jóvenes y tengan envidia por eso (esa es una falsa creencia); si no porque los ven inmaduros, poco profundos, superficiales, vacíos… Se trata de que a partir de la adolescencia, vayamos creciendo poco a poco, vallamos conociéndonos a nosotros mismos, vallamos aprendiendo habilidades de todo tipo, incluso habilidades sociales…
Ninguna criatura que ha existido sobre la tierra nunca, ha tenido tan difícil aprender a ser ella misma como el hombre: ser hombre o mujer es muy difícil, porque tenemos que madurar durante mucho tiempo y aprender un montón de cosas. Los animales, en cambio, tienen mucho más fácil ser ellos mismos. Pero nosotros tenemos que trabajar nuestro cerebro, nuestra sociabilidad… para terminar por ser nuestro yo definitivo.
Esto ya lo cuentan en el Génesis de La Biblia, cuando dicen que el hombre fue expulsado del paraíso y condenado al trabajo (el paraíso en donde sí permanecen el resto de animales; y el trabajo que no tienen que realizar el resto de animales para ser ellos mismos). No es algo reversible esta expulsión (al menos, en vida). Simplemente es algo que hay que aceptar como irreversible. Sí, el saber no ocupa lugar… pero ocupa tiempo el hijo de p…
2. Todos requieremos trabajar nuestra forma de ser para ser seductores.
El ser seductor no se puede entender como algo que te toca o no te toca. Hay claros indicios en la investigación científica y psicológica que apuntan a que el trabajo en varias formas nos modifica como personas: si yo trabajo con números me vuelvo bueno en los números; si yo trabajo los brazos con pesas se me ponen los brazos fuertes…
Y también, para ser sociables, para ser agradables, para aprender a convivir, para ser atractivos ante los demás… eso también se trabaja. Por supuesto que hay un substrato físico: pero después de eso hay mucho trabajo que hacer para llevar este substrato a su máximo nivel. El trabajo de la mente nos modifica por completo.
Por supuesto que tenemos que trabajarnos en el ámbito de la sociabilidad, de la seducción, del trato con amigos, con mujeres, con vecinos… Todo eso se aprende a base de ensayo y error. Para esto recomiendo mi libro Los Pilares de la Seducción, en donde a través de los siete pilares, iremos descubriendo cual es el tipo de trabajo que nos ayudará a madurar y ser atractivos ante los demás.
3. El amor… Esta es una gran lección de madurez sentimental.
Yo antes apenas me enamoraba… no encajaba con nadie, no lograba empatizar…
Ahora empatizo mucho con las mujeres, muchas me miran, muchas se quedan diciendo “interesante tío” cuando hablan conmigo… y sobre todo cuando me oyen hablar… No sé por qué pero las mujeres se enamoran de los tíos que tienen buena conversación, que sabe escucharlas, pero que sabe hablar bien y bonito y contar bonitas historias…
Y si además de eso, eres bueno en el trato cotidiano, tienes unos “modales” adecuados cuando entras en un bar, sabes moverte, sabes hacer cosas por la ciudad, sabes tratar con gente, bienestararlas a ellas con dos besos; y a ellos con un apretón de manos; sabes mover grupos, sabes ir tu sólo a sitios… tienes, en definitiva, un buen catálogo de capacidad de tratar con los demás… si tienes todo esto, ellas te quieren, quizás nadie es infalible. Pero desde luego que podrás elegir…
Y es que de eso se trata. Pues decía, yo antes nunca me enamoraba porque no lograba empatizar con las mujeres… pero maduré y ahora es al revés: puedo llegar a decirlo todo con una sola mirada con una mujer. Y eso no es nada, luego vienen las palabras…
Cuando uno es un inmaduro se cree que el seductor es el hombre que se acuesta con muchas mujeres… Pero ese es el seductor superficial que no es capaz de convencer con su espíritu. El seductor profundo y no-superficial es el seductor de verdad… Es el seductor que convence siempre a la misma mujer. A lo mejor no es por siempre, pero sí durante mucho tiempo.
Sí, yo también me creí que ser seductor es acosarse con muchas mujeres. Pero cuando yaces en la cama con una mujer que apenas conoces, y llega el momento en que cada uno se valla por su lado, uno envidia mucho a esas parejas que llevan años juntos y se tienen el uno al otro todos los días del año. A lo mejor el probar la seducción superficial, es una forma de que sepamos nuestro verdadero camino, y es una forma de ir aprendiendo poco a poco lo que es el amor…
Una vez que sabemos que el amor a largo plazo es nuestro destino, no hay que creerse que somos unos fracasados si tenemos un disgusto, o un fracaso… Al revés: esto te ayudará a madurar. Es una norma que siempre se cumple el que todo gran seductor tendrá por lo menos un gran fracaso sentimental en su vida.
Si te rechaza una mujer que no te conoce demasiado y con la que no has convivido, no se puede considerar algo verdaderamente malo: lo malo es que te rechace una mujer que te dio una oportunidad y que te conocía muy profundamente por la convivencia diaria.
Para alcanzar el amor… pues hay que salir un poco más de casa, conocer gente por Internet y en el mundo real… Bueno, esto es todo, el sueño aumenta pero yo aún tengo fuerzas para colgar esto… Las dos de la noche. Mis cuatro gatos ya dormitan en el desván. Las luces que yo tanto amé permanecen apagadas y lejos de mí. Tuve que dejar de amar a varias mujeres que entraron y salieron de mi vida.
Las mujeres que amaremos en el futuro seguro que duermen plácidamente lejos de nosotros, sin tener ni idea de que nosotros algún día apareceremos por sus vidas. Quizás estas mujeres incluso estén durmiendo al lado de otro hombre. Cuando una torre cae, otra se levanta. Es de idiotas regocijarse en recuerdos de las ruinas pasadas cuando hay otras muchas torres a las que nos podemos ir a vivir.
Solo requieremos dos cosas en este mundo para ser felices: 1. Ganas de conseguir lo que queremos y de trabajar por lo que queremos; 2. un país libre y nuestro. Todo lo demás viene y va. Todo lo demás lo podrás conseguir si tienes esas dos cosas.
por Erik
sólo una remarca ortografica, vayamos no vallamos
Así es VAYAMOS
Eso es …. Creo que nos hemos dado cuenta los lectores.Vaya de ir es con y
Exelente artículo. ..muy interesante.
No existe la madurez sentimental cuando nos enamoramos nos sentimos como niños y cuando terminamos sufrimos como tales y finjimos que somos adultos y no nos afecta cuando en realidad lloramos por dentro y queremos huir o morirnos
Y también les hace falta una lección de ortografía, por favor!!!!
MUY BUENAS