En ese momento nos sentimos muy sensibles.
Lloramos sin motivo aparente porque el mundo nos parece bruto demás para nuestra actual sensibilidad y lo unico que queremos es escapar de todo.
Las olas de energía están cada vez más fuertes porque ya tenemos consciencia de la importancia de esos procesos de cambios.
Ellas nos pillan para hacer ayustes en nuestro ADN y nos transformar en los seres de LUZ que originalmente lo somos pero nos quedamos opacos para vivir la experiencia en un cuerpo físico.
En medio a eso, sentimos el cuerpo mucho más pesado y sentimos dolores iniexplicables que no pasan con nada.
El sueño nos pilla en las horas menos indicadas y no tenemos control sobre él. Eso pasa porque es necesario estar relajados para los ayustes de los recalibrages de nuestra frecuencia vibracional.
Si no podemos o no queremos dormir, nos sentimos mareados, cansados, confundidos y en una sensación de «estar y no estar» y hasta nos sentimos enfermos.
Fuímos preparados para pasar por estos cambios pero lo que dificulta el proceso es nuestro apego a los viejos conceptos y a una obsoleta forma de vivir.
Es necesario soltar todo lo que ya pasó!
Si estamos llenos de cosas viejas, experiencias viejas, habitos viejos y viejos conceptos, la nueva energía no nos puede llenar y hay mucho más presión sobre nosotros, sentimos más dolor, más irritación, cansacio y mal estar.
Recorden: este proceso pasará hoy o otro dia pero pasará! Podemos facilitar o no, pero cuanto más rápido pasar, mas liviano nos sentiremos con el pasar del tiempo!
La clave es soltar sin miedo y recibir las energías de la nueva condición de ser humano evolucionado.
Cada vez más lo que satisface el cuerpo perderá importancia y lo que alimenta al espiritu ganara fuerza!
Vamos soltar para elevar nuestra frecuencia y hacer nuestra parte en elevar la energía del planeta!
Namasté