Las 7 etapas de la mujer desde la filosofía chamánica

7 etapas de la mujer

Escrito por Evolucion Consciente

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05/05/2016

En este post, extracto de «madre Tierra, hermana Luna» descubrimos

7 etapas de la mujer desde la filosofía chamánica.

1. El camino de la hija.

Este período comprende desde el nacimiento hasta la aparición del primer ciclo femenino. Todavía es una niña, física y psíquicamente dependiente, mentalmente receptiva, que absorbe todo tipo de enseñanza, ejemplo o estímulo que se le presenta.

Si todas estas influencias exteriores son apropiadas, estructuradas y emocionalmente equilibradas, la niña desarrollará el equilibrio, respeto, dignidad y autoconfianza que luego requiererá como recursos para llevar una vida en armonía con todo lo existente.

2. El camino de la mujer.

Abarca los años en que una mujer desarrolla la autoconfianza, aprendiendo a controlar su vida independiente de los adultos. Aprende a través de la experiencia personal, desarrolla sus propias respuestas emocionales y mentales y elige sus relaciones.

Empieza a explorar su moralidad y a construir su espiritualidad. Son los años en los que empieza a conocerse y, poco a poco, llega a ser una persona responsable y madura (en nuestra sociedad actual este período va desde la adolescencia hasta los 28-32 años).

3. El camino de la madre.

Desde el punto de vista espiritual, el nacimiento de un hijo es el evento más importante de la vida de una mujer; ya que entonces entra a formar parte de la comunidad espiritual femenina. Al cruzar la frontera entre la vida con el parto es recibida en la comunidad de las matronas, donde inicia la verdadera enseñanza.

En el período de la madre aprende la disciplina de la entrega total: cuerpo, tiempo, psique, conocimiento, vida social, condición económica, relaciones y valores son puestos al servicio de los niños.

Este pasaje, ambivalente como ningún otro, la empuja a superar todos los límites que tenia previstos. Aprende a controlar completamente su mundo, intentando armonizar sus prioridades individuales con las demandas externas que constantemente caen sobre ella; alcanza así el poderoso equilibrio entre realidad interna y externa sobre el cual se basa este ritual sagrado.

En el camino de la madre, la vida espiritual de la mujer pone sus raíces y florece: no hay que olvidar que en muchas culturas antiguas el dar a luz simbolizaba para la mujer una iniciación.

4. El camino de la recogedora y 5. el de la ritualista.

Ambos caminos son tan antiguos como la raza humana. Recoger es una disciplina que requiere respeto antes que nada; desarrolla poderes especiales de observación y discernimiento en el conocimiento de las estaciones, del clima, de la astronomía y de la sanación.

Equipada únicamente de conocimiento, de intuición y de oraciones, la mujer recolecta gran cantidad de plantas y de sustancias minerales para la cocina, la magia, la higiene y la cosmética.

La recogedora tiene que conocer perfectamente dónde y cuando encontrar lo que requiere, la forma más adecuada de conservar, almacenar, preparar las sustancias y utilizarlas en condiciones que resulten eficaces e inocuas.

Una Mujer Medicina nativa nunca aplica el mismo remedio al mismo síntoma físico en distintos dolientes, ya que trata al ser en su totalidad.

Para ella “hacer medicina” es conocer al paciente, a su familia, su condición espiritual, mental, física, ambiental y social, y cómo combinar todo esto en el proceso de sanación.

La aspirante-chamana es también muy consciente del espíritu que hay tras la planta, roca o cristal usados en el tratamiento, a los cuales hay que dar las gracias por la ayuda que le están aportando.

Esta parte del trabajo de una Mujer Medicina se caracteriza por la tensión espiritual, aunque no tan intensa como en su primer parto, sus primeras reglas o su responsabilidad de mujer joven de aprender a respetar a los demás (humanos e inhumanos) y a sí misma.

Una Mujer Medicina que no consigue equilibrio, responsabilidad y ser consciente puede suponer un desastre para toda la comunidad, porque el poder de la mujer es grande, y cuanto más desarrolle la disciplina y la devoción, más aumentará su poder.

Las mujeres que siguen el camino de la recogedora y de la ritualista tienen que ser interiormente seguras, estar profundamente preocupadas por la vida espiritual del planeta y ser capaces de sacrificar su trabajo y su ego por el bien de la comunidad.

6. El camino de la maestra.

Aprendiendo, experimentando, alimentando y trabajando la mujer alcanza la edad en la cual se vuelve transmisora de sabiduría espiritual y social. Es compartiendo con los demás las técnicas, las teorías y las experiencias que ha vivido como llega a ser una maestra.

Entra en la madurez tan profunda y madura como la fruta, como la flora. Si ha seguido los caminos descritos anteriormente con armonía entrará en el reino de lo sagrado como miembro de la comunidad cósmica, derecho que se ha ganado a través de su trabajo, privaciones y devoción.

En este momento puede elegir su campo de acción puesto que es una Mujer Medicina, aunque existan otras formas menos obvias de llegar a serlo.

Puede elegir la política, el servicio público o cualquier otra profesión; practicará de una forma sana y espiritual todo lo que decida ser.

También puede escoger quedarse aislada o ser una abuela, continuando con sus nietos, sus bisnietos o bien otros niños sin hogar ayudándolos a crecer y educándolos.

El modo en que una anciana enfoque su habilidad y su sabiduría depende de la naturaleza del trabajo espiritual hacia el cual ha sido conducida. Gran parte de su enseñanza se transmite a través del ejemplo; ella es un modelo para las mujeres más jóvenes en el camino, y su presencia y esencia revitalizan y enriquecen la vida de su comunidad entera.

7. El camino de la sabia.

Alcanzada la vejez, la chamana entra en el período de la maestría, habiendo desarrollado una verdadera sabiduría. El sentido del equilibrio que caracteriza al universo es ahora parte profunda de ella, así como el sentido del humor.

Está en contacto directo con hechos naturales y sobrenaturales, siendo capaz de aceptar sus directrices. La esfera de su trabajo ha trascendido su ser personal y privado, su familia; su comunidad se extiende ahora hacia las estrellas. Es un ser sagrado: es completa.

Existen otras formas de autorrealización, pero este bellísimo ritual nos recuerda que no hay que quemar etapas sino vivir con entrega y aceptación todas las experiencias que nos llegan, sean aparentemente buenas o malas, porque es lo que nos toca vivir, y probablemente es lo mejor que nos puede pasar.

Autor: Claudia Castelloti

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42 Comentarios

  1. Anaaa

    me interesa mucho que me lo manden a mi mail, tenemos un grupo que trabajamos todas estas cosas de la vida que nos enriquecen si me lo pueden mandar?

    Responder
  2. Ana

    Me encantaria recibir estos articulos en mi mail, ya que tenemos un grupo donde trabajamos todas estas cosas que nos enriquecen como personas, GRACIAS!!!

    Responder
  3. Ana

    me podrian mandar a mi mail ya que tenemos un grupo que trabajamos para ser mejores personas y esto nos vendria rebien tenerlo, Los ejercicios de Eckart Tolle tambien gracias!!!!

    Responder
  4. Anónimo

    que horrible que digan que una para ser mujer tiene que ser madre, ¡¡horrible!! patetico

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    • Anónimo

      Todas las mujeres somos madres, de hijos biológicos, humanos, o no…capici?

      Responder
  5. Anónimo

    Si, es horrible que para ser mujer y entrar e el camino espiritual hay que pasar por ser madre, una gran metedura de pata

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  6. Elisa

    Y las que no somos ni seremos madres? Nos brincamos esa etapa o cómo funciona?

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    • Anónimo

      Hay muchas formas de fructificar y de «dar a Luz»… todo eso que nace de esa parte de tu alma donde te das en Amor puro y sincero, sin egoísmos… En la Vida Espiritual, Ser Madre es una alegoría al desarrollo del Amor Divino, impersonal… todas somos madres. ?

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  7. Arianna Luppi

    En el nombre de todas las mujeres, del poder femeníno,!!! Gracias!!!

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  8. Ang

    Pues nunca sentirá lo que siente una madre

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  9. Elizabeth

    Hola, me gustaria suscribirme con ustedes por favor, me interesan mucho estos temas
    Muchas gracias

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  10. María Dolores Peñafiel

    Me encantaría recibir a mi mail este artículo, muy enriquecedor por cierto

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