Las 3 emociones del éxito para la vida cotidiana
Estas 3 emociones son más importantes para tener éxito que la fuerza de voluntad, según un reconocido experto, el psicólogo David DeSteno.
Un profesor de psicología nos explica por qué estas emociones son tanto o más importantes para lograr lo que queremos que la misma fuerza de voluntad
Comúnmente un esquema psicológico del éxito toma en cuenta ingredientes como la fuerza de la voluntad, la razón y habilidades ejecutivas.
Pero para el psicólogo David DeSteno, autor del libro Emotional Sucess, es más importante desarrollar tres emociones que naturalmente fomentan la gratitud, el autocontrol y la paciencia.
Y lo hacen evitando la tendencia de las personas a dar más valor a lo inmediato que al futuro.
Estas tres emociones del éxito son: el orgullo, la compasión y la gratitud.
DeSteno explica: «La habilidad de valorar el futuro más que el presente, perseverar, y afrontar las tentaciones y retardar la gratificación son componentes esenciales del éxito… El problema con la fuerza de la voluntad es que es algo que requiere de un gran esfuerzo por mantener la atención enfocada en algo que es difícil, sea que uno esté reprimiendo deseos o no…
Nos es fácil convencernos de que está bien comer helado o comprar el iPhone X en vez de apartar dinero para nuestros ahorros, y ni siquiera usamos la fuerza de la voluntad en el primer lugar…
Con el tiempo vemos que las personas fracasan cuando usan sólo la fuerza de la voluntad, especialmente cuando están cansadas o estresadas. Es Año Nuevo así que para enero 8, el 25% de los propósito de Año Nuevo ya habrán fracasado».
DeSteno, en cambio, considera que lo más útil para la subsistencia, la felicidad y el éxito es la capacidad de cooperar y formar relaciones provechosas y amables con las personas. Para cooperar, señala, uno debo de sacrificar el momento en favor de algo ulterior o de algo que no nos beneficia egoístamente.
Estas emociones del éxito, dice, ayudan a que valoremos más el futuro lo cual nos ayuda a tener más auto-control, a evitar comer el helado o la pizza, etc.
Lo hacen porque no trabajan directamente contra el deseo sino que lo transforman. En cierta forma le dan significado a la vida para que podamos afrontar y atravesar las contingencias con las que nos topamos en el camino.
Un ejemplo: estudios muestran que «si haces que una persona sienta gratitud, simplemente con recordar el tiempo en el que se sintió agradecida de algo, se duplica su nivel de auto-control».
DeSteno explica que estas no son las única emociones que se pueden tomar, pero son las que considera más poderosas.
En el caso del orgullo, se trata del orgullo que se siente por tener una habilidad que admiras porque te puede hacer valioso para las demás personas y eso te ayuda a desarrollarla más.
No es el orgullo narcisista de sentirse superior, sino de sentirse útil y llevarlo a cabo.
Lo importante es no confundir esto con la idea engañosa de que somos buenos en todo, sino identificar una cualidad especial y concentrarnos en ella.
DeSteno dice que una forma de cultivar estas emociones, es en el caso de la gratitud, llevar un pequeño diario para que no sólo pensemos diariamente en las cosas más obvias de las cuales nos sentimos agradecidos, sino que notar todas las muchas pequeñas cosas que son buenas y que agradecemos.
Llevar el diario y reflexionar sobre ellas. Para la compasión se pueden practicar distintas meditaciones, como la atención plena (y habría que añadir específicamente las meditaciones de la compasión dentro de los flamados Cuatro Inconmensurables y el tonglen tibetano).
Otra forma es el viejo ejercicio de ponerse en los zapatos de los demás.
Para el orgullo, DeSteno remarca que es importante no sólo sentir orgullo de un logro o meta sino de los pasos que damos.
Lo genial de todo esto, según DeSteno, es que las emociones son contagiosas, así que si las mostramos estaremos contagiando a nuestro entorno en un círculo virtuoso.
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