LA MENTE CURATIVA

Escrito por evolucion

09/12/2013

Para definir a la mente pondremos un término sencillo:” la mente equivale a nuestros pensamientos. Así como son tus pensamientos, es tu mente”.

La mente es una herramienta creativa que la naturaleza nos ha dado para, entre otras cosas, poder crear nuestra realidad. Esta máquina estupenda tiene un potencial grandioso, con ella podemos ser capaces de transformar la realidad y de darnos todo aquello que soñamos. La mente es como una varita mágica, con el único problema o desafío de que el instructivo no venía incluido con ella. La forma de usar nuestra mente es para muchos una verdadera aventura de descubrimiento.Cuerpo y mente

MENTE CURATIVA

Entre uno de los talentos de nuestra mente está la capacidad de sanarnos. Los grandes maestros de la mente que han caminado por este planeta nos han dado una probadita de este poder, y nos han repetido de muchas formas: “Tu eres capaz de hacer lo que yo hago”.

Jesucristo podía sanar a enfermos de lepra, a ciegos, ponía a caminar a los inválidos. Actualmente hay maestros que nos pueden dar evidencia de cómo el cuerpo puede sanarse de forma milagrosa. El punto aquí es que hay una parte de nosotros que no cree que esto sea posible. Esa parte de nuestra mente es una parte llena de creencias y paradigmas limitantes, es decir, que no nos permiten usar o cultivar el poder de nuestra mente.

Las creencias o pensamientos limitantes están ahí porque se nos enseñó a pensar de cierta forma. A una gran mayoría de las personas se les ha enseñado que la disfunción es “mala”, que hay que sanarse con medicinas, que hay que sentir miedo, que hay que estar prevenidos, que hay que hacer muchas cosas para estar sanos. La mente lo aprendió bien y ahora es lo que sabe hacer: buscar medicinas, buscar quitarse “el mal” de encima, etc.

Esta es una postura muy limitante respecto a la bienestar. Para sanarse uno mismo, uno requiere entender que la disfunción es, desde un aspecto espiritual, una bendición.
Una bendición es algo que nos trae un “bien”. Y la disfunción así lo hace. ¿Cómo? Mostrándonos algo que requieremos ver. Si no nos enfermásemos no tendríamos la forma de detectar lo que está sucediendo en nuestro interior, en nuestra mente, en nuestros sentimientos.

Para sanarnos con la mente requieremos, primero, aprender a no juzgar la disfunción como algo malo, sino a aprender a ver que nos quiere decir. Las células están dotadas de una inteligencia muy especial. Y cada célula sigue de alguna forma la línea de nuestros pensamientos y actitudes.

La mente no está separada del cuerpo. Cuando decimos que el cuerpo manifiesta disfunción, lo que estamos diciendo es que tiene alguna limitación o alguna carencia, lo cual equivale a decir que nuestros pensamientos son de alguna forma limitados. ¿Y qué es un pensamiento limitado? Una respuesta sencilla y práctica sería: es un pensamiento que no me hace sentir bien. Y cuando mis pensamientos no me hacen sentir bien, entonces, el cuerpo tampoco se siente bien.
Para sanarnos con la mente, lo único que habría que hacer es cambiar nuestros pensamientos limitados, por pensamientos ilimitados. Es decir, cambiar los pensamientos que no nos hacen sentir bien, por pensamientos que si nos hacen sentir bien.

¿Y cómo hacemos esto?

Apunta bien: no solo basta pensar “en positivo”, o en cosas lindas o abundantes. No. Esa es sólo una parte del rompecabezas. No es la ruta completa. Se requiere conocimiento para que realmente empieces a generar pensamientos que te hagan sentir poderoso y, digamos, bien.

Si te fuerzas a pensar cosas “lindas” o “positivas” cuando te sientes muy, digamos, mal, entonces no hay efecto poderoso, te agotaras, te desanimaras cuando no veas resultados. ¿Sabes porque no funciona solo pnesar positivo? Porque no se trata de ir en contra corriente, la mente es una herramienta de flujo, asi es como se hace poderosa. Y si vas en contra de lo que sientes o piensas o crees que deberias hacer, no funcionará. Si te pones a pensar cosas lindas mientras por otro lado tomas y tomas medicina, es un doble mensaje, ¿lo ves?

Se requiere entrenar poco a poco tu mente para que realmente tenga un efecto de poder. Hay que madurar tu mente en el conocimiento de ti mismo. El conocimiento es lo que hara que tu poder sanativo se habilite.
Primer ejercicio para aprender a sanarse con la mente:
Observa la disfunción sin juicio, no la veas como mala ni como buena. Obsérvala como el resultado de una forma de pensar y de sentir. Luego, pregntate: ¿Qué está pasando por mi mente para que mi cuerpo se sienta asi?
Cura disfunciónes con tu mente

Las disfunciónes no aparecen nada más porque si, son la consecuencia de una serie e hábitos y actitudes las cuales, cuando las modificamos, todo en nuestro cuerpo y entorno se modifica y transforma.

La duda o negación respecto a las capacidades sanativas de la mente se debe a que no se tiene una experiencia real acerca de esto, por lo que la persona suele dudar y descartar este enorme potencial prefiriendo seguir las mismas conductas sanativas que se vienen enseñando desde hace miles de años. Se ha enseñado durante muchos años a confiar en que la sana viene de un factor externo, y que se requieren muchas complejidades para obtener una sanación. Sin embargo, podemos observar que muchas veces, por más cosas que tomamos y hacemos, la sana no viene, incluso a veces parece empeorar: ¿A qué se debe esto? A que no se ha atendido la raíz del problema, el cual reside en nuestra mente.

Por otro lado, habría quien discuta que los remedios externos como la medicina convencional, por ejemplo, si sanan y han sanado.

Pero habría que considerar que siempre que la sanación sucede, es porque de alguna forma la disfunción nos puso a reflexionar y revalorar las experiencias y la vida misma, lo cual transformónuestra forma de ver las cosas, o sea, nuestra mente, la cual equivale a todo lo que pensamos. Todas las personas que se sanan o han conseguido quitarse de encima disfunciónes fuertes o terminales (incluso las que dicen que son insanables), es porque han considerado una nueva forma de entender, confiar y vivir la vida.

No intentamos descartar el uso de la medicina, la cual puede apoyarnos a medida que desarrollamos y confiamos en nuestros poderes mentales. Lo que intentamos con este texto es que la gente empiece a creer mas en sus potenciales sanativos los cuales son un don o un regalo natural que se nos ha dado, pero que no nos damos el tiempo, el permiso ni la paciencia de explorar este don extraordinario.

¿Cómo sana la mente?

La mente es como una computadora potente: que no sepamos cómo usarla no significa que esta no sirva para procesar programas avanzados. A medida que conocemos como se usa un procesador, a medida que podemos servirnos y utilizar su potencial. Lo mismo sucede con la mente: para usar sus potenciales debemos estudiarla, entenderla y practicar algunos ejercicios para disciplinarla y educarla, de manera que esta pueda ser una herramienta creadora en nuestra vida, y pueda, entre otras cosas, sanarnos.

Bien es cierto que usamos muy poco porcentaje de todos nuestros poderes mentales. Es como si alguien nos hubiese regalado un procesador de extraordinaria capacidad para poder dirigir una empresa, y por no saber cómo usarlo lo utilizáramos nada más para sumar dos más dos. El desperdicio del regalo seria evidente.

Así pues, para empezar a destapar el instructivo de nuestra mente, y empezar a aprender a usarla, es necesario comprender que la mente, para fines prácticos y útiles, equivale a todo lo que pensamos. Cada pensamiento que pasa por nuestra cabeza influye de forma poderosa en nuestra vida y cuerpo, en nuestra realidad. Sin embargo, los pensamientos que más influyen nuestro entorno son aquellos a los que prestamos atención y alimentamos con nuestra palabra, acción y reacción.

Ahora bien: si los pensamientos afectan nuestra realidad y cuerpo, entonces alguien podría decir que “pensando positivo” se solucionarían los problemas, disfunciónes y carencias. Sin embargo, “pensar positivo” no es suficiente, pues pensar solamente en lo que a nuestro parecer es “bueno”, equivaldría a creer que, cuando una computadora se descompone o empieza a hacer cosas locas o que no queremos, con tan solo pensar que se va a componer, esta lo haría. Para que la computadora funcione de forma adecuada y coherente, hay que entrar al sistema operativo y ver que causa que mal funcione. Y entonces, se tiene que reprogramar o hacer los arreglos pertinentes para que esta funcione como esperamos.
Una disfunción refleja que nuestra computadora flamada mente está haciendo algo que no queremos. Para reprogramarla, habría que ir a observar que tipo de programaciones tiene nuestra mente y con que hemos alimentado nuestra vida.

El enojo, el miedo, la incertidumbre, etc., solo reflejan ciertas actitudes mentales que nos hacen reaccionar de formas no fluidas, es decir, que no confiamos o estamos esperando demasiadas cosas de los demás o de lo demás. Las disfunciónes están sembradas y cultivadas en nuestro mundo emocional. El fruto que flamamos disfunción solo es la consecuencia de no haber entendido algunas experiencias que nos han causado dolor, insatisfacción, ira, etc. Estas experiencias se quedan guardadas en nosotros y poco a poco se van reflejando en nuestro cuerpo.

En resumen, podemos decir que todas las disfunciónes tienen que ver con cierto grado de infelicidad, la cual es el resultado del apego, el exceso de control, la ira negada o no entendida, etc. Se dice que toda disfunción es algo que ocultamos. Si al corazón le duele, le irrita, le atempera o desilusiona una experiencia, el cuerpo lo reflejara de igual forma: el cuerpo es el reflejo más inmediato de la forma en cómo pensamos y sentimos la vida.

¿Cómo iniciar una sanación con la mente?

Lo primero que habríamos que hacer es ponernos en paz con las experiencias que hemos vivido, entendiendo que generar expectativas con los demás, así como depender de otros para ser feliz o no confiar en la grandeza que llevamos dentro para crearnos la realidad que queremos, solo nos trae dolor, confusión y desilusión.

Tendríamos, además, que empezar a ver que todo lo que vivimos es porque hay algo ahí que entender acerca de nosotros, y muchas veces el mayor aprendizaje de una experiencia esta en aprender que hay que dejar de esperar de la vida y empezar a amarnos más para poder amar mas, en darnos paciencia y comprensión, en ser más dulces y compasivos con nosotros mismos, en dejar de criticarnos y exigirnos de más, en gozar lo que tenemos y permitirnos entusiasmar con las cosas desconocidas, como el uso de nuestra mente, por ejemplo, que la naturaleza nos ha dado todo para ser felices. Al estar contentos (y con contentos nos referimos a un estado de crecimiento, descubrimiento y plenitud, y no a la felicidad pasajera la cual se busca por la aburrición de repetir actitudes y patrones mentales), segregamos una serie de «liquidos» y electricidad en nuestro cerebro, el cual puede producir y elaborar cualquier medicina que el cuerpo necesite, además de que los estados de felicidad y gozo profundo activan los procesos de rejuvenecimiento del cuerpo, llenandolo de energia, vida y bienestar.

Ni la mejor farmacia o laboratorio puede igualar la química que nuestro organismo puede elaborar. ¿No lo crees? Prueba. Nada pierdes. Nuestro cerebro tiene una capacidad creativa que realmente te sorprenderá cuando veas los resultados. Se usa aproximadamente el 8% del cerebro, cuando tiene una capacidad de 100%. Y la capacidad sanativa es uno de los dones más grandiosos y menos aprovechados que tenemos.

La primera clave: fe y creenciasIncrementa el poder sanativo de tu Mente con estas claves iniciales

La clave principal para empezar una sanación con tu mente es la fe. Por eso, a muchos les resulta en verdad algo fuera de lógica y muy difícil, porque tener fe es lo que más cuesta en este planeta y algo que no se puede comprar por más oro que tengas. La falta de fe sucede porque en nuestra cultura no se nos han mostrado, en este caso, nuestras habilidades sanativas de una forma que la podamos atestiguar para poderla asumir como verdad. Estamos acostumbrados a que la disfunción es mala y hay que quitarla rápido o pagar mucho o hacer mil malabares para conseguirla. Pues no. No tiene que ser así. Podrías decir simplemente a tu cuerpo que deseas verlo sano, fuerte y en equilibrio, y así tendría que empezar a suceder en lugar de hacerle caso a la primera reacción y salir a comprar medicamentos.

La reacción es una de las cosas con la que tienes que trabajar para tener fe. El cuerpo está hecho de muchas reacciones: el enfado, el miedo, el rechazo o el entusiasmo. Todas las emociones son reacciones. Y las reacciones realmente son hábitos que tenemos ahí por mucho tiempo y que nacen de nuestras creencias y formas de ser, de pensar o ver la vida. Si reaccionas con miedo, estrés, bajon emocional o alegría ante una disfunción, es que así estás preparado para responder ante lo que te pasa. Lo más seguro es que te hayan hecho creer que la disfunción es mala y todo eso que hemos dicho.

Pero si alguien te dice: Calma, te puedes sanar. No tomes medicamento que no es necesario, entonces puede que se entre en un gran conflicto, porque tus creencias, que son siempre dominantes sobre las creencias nuevas, te estarán diciendo una cosa mientras tu quizá quieras probar a sanarte tu mismo y conocer nuevas rutas y poderes en tu mente. Así que hay que empezar por atenuar tus creencias dominantes.
Para cambiar las creencias dominantes requieres empezar por dominar tus reacciones primero. Si no cambias tus reacciones, estas te dominaran, y no podrás sembrar nuevas actitudes ni formas de ver la vida, y no podrás entonces dominar tu cuerpo.

¿Cómo cambiar una reacción en la disfunción?

Lo primero es aceptar plenamente la forma en que reaccionas. Por ejemplo: cuando estés enfermo de algo, cuando te duela la cabeza o tengas una disfunción que alguien te dijo era insanable, simplemente observa todo lo que sientes:¿Tienes miedo? ¿No te gusta? ¿Te enfada? Observa y apunta todo lo que piensas respecto a la disfunción. Y trata de apuntar todo lo que te dijeron acerca de ella. Observa si creciste con medicamentos, o junto a algún enfermo, o si te dijeron que era algo terrible. Es muy importante que apuntes todo lo que viste y crees respecto a la disfunción. Luego, lee muy bien tu escrito y empieza a analizarlo: ¿Quién puso esta creencia en mí? ¿Por qué tiene que ser así? ¿Quién dice que no es posible sanarse? ¿Y todos esos milagros que suceden? ¿Cómo es que hay gente que se ha sanado de esto? ¿Qué hizo exactamente?

Recuerda que todo lo que te dijeron y has escuchado, de quien sea, son solo creencias. Y las creencias pueden cambiarse cuando tu decidas. Tu cuerpo quizá se resista y tenga miedo a cambiar algo nuevo, pero si empiezas a tomar consciencia, entonces poco a poco lo iras convenciendo de que existe nuevas formas de sanación. Dite a ti mismo:“Claro que puedo sanarme, entiendo que en mi cabeza hay una química maravillosa capaz de crear o darme la medicina o los elementos que necesito. La condición del cuerpo es la bienestar y el equilibrio, y si yo decido pasar este mensaje al cuerpo, así sucederá”
Si sientes muy absurdo esto, o fuera de lógica, es porque aun tus creencias están muy fuertes. Sigue insistiendo y pasa a la segunda clave.

Segunda clave: desbarata la energía estancada en tu cuerpo

Detecta donde está el problema, debilidad o disfunción en tu cuerpo, pues es aquí donde tu energía está más baja de frecuencia y de alguna forma bloqueada. Necesitas descubrir que es lo que le está impidiendo fluir. Así que escribe que es lo que te sucede, los síntomas, si hay dolor, que tan fuerte es, si hay inflamación, irritación, etc. Luego de que detalles bien esto, pregunta a esta parte de ti porque se siente tan mal, que es lo que te quiere decir. Recuera que la disfunción nunca aparece nada más porque si, de alguna forma nos quiere decir el cuerpo algo que no estamos escuchando o atendiendo. Si lo haces consciente, entonces, el cuerpo dejara de decirlo. Hay dos preguntas que son indispensables: ¿Estoy realmente siendo feliz? ¿Qué siento no me deja ser libre o actuar como quiero? Estas dos preguntas pueden tocar la profundidad de tu disfunción.

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17 Comentarios

  1. Arturo Delgado

    Excelente tema ,iniciemos el camino para alcanzar ese 100% de poder que nos ha dado nuestro Creador DIOS único quien nos hizo a su imagen y semejanza con la entrega de su HIJO para salvarnos del pecado

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  2. Francis Molina

    Si crees que puedes, tienes razón,; si crees que no puedes también tienes rezón. Tus creencias te detetninan.

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  3. juan muñoz

    mente sana , cuerpo sano

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