Os invitamos a leer esta hermosa leyenda de Kwan Yin que pone de manifiesto el poder de la incorruptibilidad, el amor y la rectitud.
Tao-hsüan (596-667), preguntó una vez a un espíritu divino sobre la historia del bodhisattva Kwan Yin.
El espíritu contestó: En el pasado hubo un rey cuyo nombre era (Miao)-chuang-yen. Su dama era flamada Pao-ying.
Ella dio a luz tres hijas: La mayor Miao-yen, la segunda Miao-yin y la más joven Miao-shan.
Para la época de la concepción de Miao-shan, la reina soñó que se tragaba la luna. Cuando llegó el momento del nacimiento de la criatura, toda la tierra tembló y una maravillosa fragancia y flores celestiales fueron derramadas cerca y lejos. La gente del país estaba atónita.
Nació la niña limpia y fresca, sin haber sido aseada. Sus marcas sagradas eran nobles y majestuosas, su cuerpo estaba cubierto por nubes de muchos colores. La gente decía que aquellas eran señales de la encarnación de una persona santa.
Sus padres aún viendo las señales extraordinarias detestaron a la niña por la corrupción que anidaba en sus corazones.
Al crecer la bodhisattva desarrollo de forma natural la gentileza y la amabilidad. Vestía con sencillez y comía solo una vez al día. En el palacio era conocida como «la doncella con el corazón de un Buddha». Por su gracia y bondad las cortecuras se convertían y se tornaban a la vida honesta, renunciando a sus deseos.
El rey sin embargo no cambió en su forma de ser; se dispuso a buscarle un marido a Miao-shan.
Ella con integridad y sabiduría dijo: «Riqueza y honor no son para siempre, gloria y esplendor son como meras burbujas de ilusión. Aunque tu me fuerces a trabajos serviles, Yo nunca me arrepentiré de mi resolución de permanecer casta».
Cuando el Rey y la Reina enviaron por ella y trataron de coaccionarla, ella dijo: «Yo obedeceré vuestro augusto mandato si esto previene tres desgracias».
El rey preguntó: «Que quieres decir con tres desgracias».
Ella dijo: «La primera es: Cuando los hombres de este mundo son jóvenes, su rostro es hermoso como el jade, pero cuando envejecen, su pelo se torna blanco y su cara se arruga; en movimiento o reposo su condición es peor que cuando eran jóvenes.
La segunda es esta: Los miembros de un hombre pueden ser robustos y vigorosos, puede pisar ligero como si volase por el aire, pero cuando súbitamente una enfermedad cae sobre él, el yace en cama sin un solo bienestar en la vida.
La tercera es esta: un hombre puede tener una gran asamblea de parientes, puede estar rodeado de sus seres queridos, pero súbitamente un día todo esto se acaba (con la mas allá); aunque padre e hijo sean muy cercanos, no puede uno tomar el lugar del otro.
Si esto previene estas tres desgracias, entonces tendrás mi consentimiento para el matrimonio. Si no, prefiero retirarme en busca de una vida de religión. Cuando uno logra completa comprensión de la mente original, todas las desgracias dejan de existir.»
El rey estaba furioso. La forzó a trabajar en el jardín y redujo su comida y bebida. Aún sus hermanas trataron privadamente de hacer que cambiase de actitud, pero Miao-shan se mantuvo firme y no cambió.
Cuando la reina personalmente le dirigió sus admoniciones, Miao-shan dijo: «En todo el enredo emocional de este mundo no hay reposo espiritual. Si los seres queridos están unidos, ellos deben inevitablemente separarse y dispersarse. Estate tranquila madre. Afortunadamente tienes mis dos hermanas para cuidar de ti. No te preocupes por Miao-shan».
La reina y sus dos hermanas, pidieron al rey que la dejase seguir su vocación religiosa. El rey estaba furioso.
Llamó a las monjas y les encargó que la tratasen con dureza de modo que ella cambiase de forma de pensar. Las monjas fueron intimidadas y le dieron las peores labores posibles: buscar leña y agua, trabajar con el mortero y llevar la huerta.
En respuesta a ella, los vegetales florecían aún en invierno y cerca de la cocina surgió un manantial de agua. Tiempo después Miao-shan aún se mantenía firme en su propósito .
Cuando el rey oyó sobre los milagros de los vegetales y la fuente de agua, se puso furioso.
Envió soldados para traerla de vuelta y matar a las monjas. Cuando estaban llegando, nubes y niebla aparecieron da manera que obscurecieron todo. Al aclararse, Miao-shan fue la única persona que no pudieron encontrar. Había sido llevada por un espíritu a un risco. El espíritu entonces dijo: «La tierra aquí es demasiado árida para sostener la existencia».
La movió tres veces antes de encontrar el emplazamiento de la Montaña Fragante (Hsiang-shan). Miao-shan residió allí, comiendo de los árboles, bebiendo de los arroyos .
El tiempo pasó y el rey contrajo ictericia. Todo su cuerpo estaba corrupto y supurando, de modo que no podía dormir o comer. Ninguno de los doctores podía curarle. Estaba a punto de morir cuando un monje apareció, diciendo que el podía curarle, pero requiereba los brazos y los ojos de alguien libre de la ira.
El rey encontró sumamente difícil de cumplir dicho propósito. El monje dijo: «En la Montaña Fragante, en el sur oeste de los dominios de su majestad, hay un bodhisattva dedicado a sus practicas religiosas. Si envía un mensajero con su petición, puede estar seguro de obtener ambas cosas. El rey no tubo elección y envió un ayudante de palacio con el mensaje.
Miao-shan dijo: «Mi padre mostró irrespeto por los tres tesoros, el ha perseguido y suprimido la Doctrina Verdadera, el ha hecho ejecutar monjas inocentes. Esto clama por retribución».
Entonces ella gentilmente se sacó los ojos y cortó sus brazos. Entregó todo al enviado y añadió instrucciones para que exhortaran al rey a volverse hacia el camino de la rectitud, abandonando falsas doctrinas. Cuando el rey tomo la medicina se recobró. Recompensó generosamente al monje-médico. Pero el monje dijo: «¿Porque me agradece a mí?. Debería agradecerle a quién a dado los brazos y los ojos». Súbitamente el monje se fue.
El rey estaba impactado por esta intervención divina. Se dirigió con su reina y sus dos hijas a las montañas para agradecer al bodhisattva. Se encontraron y antes de que se dijese ninguna palabra, la reina reconoció a su hija, Miao-shan.
Se encontraron entre profusas lágrimas. Miao-shan dijo: «Mi señora se recuerda de Miao-shan?. Adorada a mi padre, le he reparado una cura con mis brazos y mis ojos». Oyendo sus palabras, el rey y la reina la abrazaron llorando amargamente.
La reina estaba a punto de lamer los ojos de Miao shan con su lengua, pero antes de que pudiese hacerlo, auspiciosas nubes los envolvieron, músicos divinos comenzaron a tocar, la tierra tembló y llovieron flores. Entonces la santa manifestación de los Mil brazos y los Mil ojos fue revelada, flotando majestuosamente en el aire.
Servidores en decenas de miles, voces celebrando, la compasión del bodhisattva resonaron hasta sacudir las montañas y valles. En un momento, el bodhisattva volvió a su forma personal y con gran solemnidad abandonó este mundo .
El rey, la reina y las dos hermanas hicieron una pira funeraria, preservaron las santas reliquias y construyeron una stupa en la misma montaña.
Tao-hsüan de nuevo pregunto: «El bodhisattva puede tocar forma mortal en cualquier lugar y seguro no estará solamente en la Montaña Fragante».
El espíritu contestó: «En el presente, de todos los sitios de China, Montaña Fragante es preeminente. La montaña yace doscientas leguas al sur de Mount Sung. Es la misma Montaña Fragante del presente día Ju-chou»
Buenisimo
Elizabeth Zagal
Nooooo se ver nada de lo q anunciáis
Q’ hermosa leyenda.
bellaaaaaa
Angélica Leyton Romo primita ya la obtuviste?
Ss
Sss
No aun primita no la hemos encontrado
Es la encarnacion de la poesía hecha compasión…
namaste.
Muy linda.! Gracias por compartir, hay algun mantea al repecto? Gracias
Francis Briceño Sequeda
Hermosa lección de humildad
Gracias muy interesante