Nuestra familia nos da la vida y nuestra familia nos ahoga, también, a veces. Porque ellos, como nosotros, no han nacido aprendidos, han venido a aprender a vivir y ser felices. Y porque ellos son nuestra referencia a veces no conseguimos aprender a respirar y vivir por nuestra cuenta. Al girar la cintura y balancear los brazos obligamos a nuestros pulmones a respirar, a nuestros brazos a aprender a recoger las cosas buenas de la vida, a nuestros riñones a limpiar las toxinas que nos rodean.

El movimiento de girar la cintura y balancear los brazos es sitúa su acción terapéutica en las articulaciones de la cadera y de los hombros, en los riñones, contra el asma y, sobre todo, contra la bronquitis crónica.

La función de los bronquios grandes es conducir el aire hacia los pulmones. La de los pequeños, o bronquiolos, es más variada: cuando se contraen o se relajan, ventilan o dejan fuera de servicio una determinada zona de los pulmones. La bronquitis es una inflamación de la mucosa de los bronquios.

En metafísica, los bronquios se relacionan con la familia. La persona puede presentar una bronquitis como reacción a dificultades familiares (disputas o querellas). Siente mucha ira y se siente amenazada en su territorio y en sus límites. Incluso puede desear cortar sus lazos con uno o varios miembros de la familia, pero no se atreve a hacerlo por un sentimiento de culpa. No se decide a moverse, es decir, a manifestar su oubicación. Siente cansancio y desánimo. No tiene lo que desea, pero no lo dice. Es una persona a la que le ayudaría ocupar su lugar en la familia y no esperar a que se lo den.

Si padeces esta disfunción, es tiempo de que tomes la vida con más alegría y sencillez en lugar de tomar demasiado en serio lo que sucede en tu familia. Es necesario que te des cuenta de que no existen familias en las que todos estén de acuerdo todo el tiempo. Los demás miembros no pueden tener necesariamente las mismas convicciones que tú. En lugar de desanimarte por ello, vive tu vida como te plazca, sin dejarte influenciar por los deseos y las creencias de los demás. En lugar de creer en la inmovilidad, date permiso para actuar, es decir, para reaccionar sin sentirte culpable a fin de que te reafirmes en eso que representa tu lugar, tu territorio. Los demás también pueden vivir su vida a su manera.

La bronquitis (itis = ira) se caracteriza por la inflamación de la mucosa de los bronquios, conductos que llevan el aire de la tráquea hasta los pulmones.

Es una disfunción esencialmente ligada a la respiración y a la acción de tomar la vida y el aire con deseo y gusto (inspiración) para luego echarlos temporalmente con desapego (expiración).

La inflamación significa que vivo ira, frustración o rabia con relación a ciertas emociones inhibidas, palabras que necesito expresar y dejar salir, una situación agobiante en la cual me siento oprimido, un conflicto teñido de agresividad y crítica (trastornos en el medio familiar, peleas, etc.).

Si esta situación conflictual implica peleas y enfrentamientos muy intensos, incluso podría llegar a desarrollar un cáncer de los bronquios.

Existe un trastorno interior, una perturbación que me impide manifestar mi ser auténtico, hacer respetar convenientemente mis derechos. Intento comunicar con mis seres cercanos pero no consigo cierta paz interior. La situación familiar es demasiado difícil. Siento entonces cierto desánimo frente a la vida y dejo de trabajar para continuar mi camino. Tengo poca alegría de vivir y tengo un profundo cansancio interior.

La tos indica que quiero liberarme expulsando algo o a alguien que me molesta y me hace enfadar. Si no deseo una bronquitis crónica, debo cambiar mi modo de ver la vida, mi actitud.

Nací en una familia en la cual cada uno de los miembros vive experiencias similares a las mías. Mis padres, mis hermanos y mis hermanas aprenden como pueden, ellos también.

Debo empezar a ver la alegría y el amor en cada experiencia de mi vida. Acepto que mi felicidad personal sea mi responsabilidad y dejo de creer que los demás me harán felices. ¡Tomar mis decisiones y respirar por mis propios medios, es el primer paso hacia mi independencia!

Para fortalecer los bronquios y sanar la bronquitis haremos el movimiento de girar la cintura y balancear los brazos.

Desde la ubicación del jinete gira las palmas hacia arriba y levanta los brazos a la altura de los hombros con las manos extendidas y las palmas hacia arriba, tal y como deben quedar orientadas siempre que, durante este ejercicio, cualquiera de los brazos esté extendido.

Empezaremos girando el cuerpo a la derecha.

Para ello gira a la derecha desde la cintura, manteniendo las  rodillas apenas flexionadas. Inspira y baja el brazo derecho hacia el costado con los codos y las muñecas apenas flexionados.

Mueve el brazo en arco hacia atrás a la derecha y eleve el brazo derecho en arco hacia atrás manteniendo la palma a la altura del oído. Gira la palma derecha hacia adelante y empuja con la palma derecha mientras giras el cuerpo para volver al centro. Simultáneamente expulsa el aire y empieza a acercar la mano derecha hacia el pecho para que se crucen a la altura del centro del tórax, haciendo que la palma derecha, la que viene desde atrás hacia adelante, pase por encima de la palma izquierda, la que empieza a retroceder.

Empieza a girar el cuerpo hacia la izquierda y realiza el mismo movimiento con el otro lado.

De nuevo gira desde la cintura, manteniendo los pies inmóviles y las rodillas apenas flexionadas. Inspira y dibuja un arco ascendente por detrás, manteniendo el codo también apenas flexionado, es decir, sin llegar a estirarlo completamente. La mano irá haciendo también su propio movimiento circular ascendente, de forma que acompaña el movimiento del brazo manteniendo las palmas hacia arriba cuando está dibujando la parte inferior del círculo y recta hacia el frente cuando está empujando mientras el brazo vuelve hacia adelante.

El movimiento de los brazos viene a ser similar al de la natación a croll, pero teniendo en cuenta que la altura máxima del círculo nunca superará la altura de nuestra cabeza y que los brazos se cruzan a la altura del tórax porque el movimiento de retroceso de uno empieza cuando el movimiento de empujar hacia adelante del otro se inicia.