Gira las manos y comprueba cómo tus manos hacen lo que tú quieres. Mira cómo se estiran, se encogen, se giran para alcanzar cualquier objetivo que desees. Decide qué quieres y consíguelo.
El movimiento de gira las manos está relacionado con el riñón.
Los riñones son los órganos cuya función es eliminar los desechos nitrogenados de la sangre (urea, ácido úrico, pigmentos biliares, etc.) y participar activamente en la evacuación de sustancias extrañas introducidas en el organismo (sobre todo medicamentos y sustancias tóxicas). Además, gracias a estos órganos y por medio de ellos, se efectúa la regulación del volumen y de la presión osmótica de los líquidos corporales. La estructura renal es compleja y los problemas en los riñones son muy variados.
El riñón ayuda a mantener el equilibrio del volumen y la presión de los líquidos corporales, por lo cual uno de sus mensajes señala una falta de equilibrio en el plano emocional. La persona que tiene un problema en el riñón demuestra una falta de discernimiento o una incapacidad para tomar decisiones ante sus necesidades. A menudo se trata de una persona demasiado emotiva que se preocupa mucho por los demás.
Todo riñón enfermo indica que la persona no se siente capaz, se siente incluso impotente, ya sea en lo que se propone o con relación a otra persona. Con frecuencia siente injusticia ante situaciones difíciles. También es posible que se deje influir demasiado por las creencias de los demás y que, al querer ayudarles, le falte discernimiento para sí misma, que no sepa distinguir lo que es bueno para ella de lo que no lo es.
Tiene tendencia a idealizar una situación o a una persona y se frustra cuando sus expectativas no son satisfechas. Critica fácilmente a los demás o a las situaciones, acusándolos de injustos. A la larga puede convertirse en víctima de la vida, teniendo cada vez más expectativas con respecto a los demás.
Cuanto más grave sea tu problema renal, más urgente e importante es él mensaje que te envía tu cuerpo: quiere ayudarte a que restablezcas el contacto con tu poder interior y que dejes de creer que no puedes enfrentarte como los demás a las situaciones difíciles. El creer que la vida es injusta para ti te impide ver tu fuerza interior. Estás demasiado ocupado comparándote con los demás y criticando.
Tu enorme sensibilidad está mal utilizada; tu intensa actividad mental te hace experimentar muchas emociones negativas, y ello te impide lograr el discernimiento necesario que te aportaría el equilibrio que requieres para enfrentar las situaciones más difíciles. Te ayudaría ver las cosas y a las personas tal como son, sin crearte un ideal imaginario. De este modo, al tener menos expectativas, disminuirá tu sentimiento de injusticia.
Los riñones mantienen el equilibrio del medio interior limpiando la sangre de sustancias tóxicas y compensando las “entradas” en el medio interior por “salidas” (secreciones de orina). Participan también en el control de la presión arterial.
En sentido figurado, ya que los riñones limpian el cuerpo de residuos, es como si limpiasen mi cuerpo de ideas negativas que le habitan.
Un mal funcionamiento de mis riñones denota una retención de mis viejos esquema de pensamiento emotivos o bien una retención de ciertas emociones negativas que sólo piden ser liberadas. Se manifiestan frecuentemente por piedras en los riñones, también flamados cálculos renales. Constantemente estoy haciendo “cálculos” (¡renales!) para saber lo que me pertenece o lo que corro el riesgo de perder. Quiero imponer mis límites y mis fronteras para no “perder” ni un centímetro.
Los riñones también se conocen como la “sede del miedo”. Cuando se debilitan o cuando están lastimados, puede existir un miedo que no quiero expresar o que incluso, quizás no pueda confesarme a mí mismo. Mi discernimiento así está afectado. Por lo tanto tendré tendencia a vivir extremos, o bien me vuelvo muy autoritario, con una tendencia pronunciada para la crítica, o al revés, me vuelvo sumiso, indeciso, sintiéndome impotente y viviendo decepciones tras decepciones.
La vida para mí es “injusta”. Tendré dificultad en tomar decisiones. Si mis riñones dejan de filtrar sangre, es como si mi cuerpo quisiera guardar lo más tiempo posible este líquido para no perderlo o por miedo a carecer de él. Debo pues preguntarme cuál situación podría haber causado un miedo asociado a un líquido (por ejemplo: si ya tuve miedo de ahogarme, el líquido aquí sería el agua). Esto puede ser también el hecho de haber estado a punto de absorber un líquido tóxico. Los tubos colectores de los riñones estarán afectados si tengo la sensación de deber trabajar para mi existencia. Me siento privado de mis posesiones, abatido, después de un suceso que marca mi vida.
Los problemas de riñones frecuentemente se producen después de un accidente o de una situación traumatizante en que tuve miedo de morir. Tengo la sensación de sólo estar frente a “nada”, la nada. Tengo la sensación de haberlo perdido todo, que todo mi mundo se derrumba. Tengo miedo de ser incapaz de afrontar la vida. Los riñones simbolizan también la colaboración (ya que hay dos y que deben trabajar en estrecha colaboración). Debo preguntarme cómo es mi relación con mi pareja actualmente. ¿Le hago responsable de todos mis males? ¿Tengo tendencia a “verter mis residuos” sobre los demás y de envenenar su vida con mis “problemas”? Si es el caso, mis riñones tendrán dificultad en funcionar e incluso podré tener insuficiencia renal. Entonces debo “colaborar” sin que tenga elección, a una máquina, el generador de hemodiálisis, que me ayudará a limpiar mi sangre.
Debo volver a pensar todo mi sistema de relación con mi entorno. Es tiempo de que me asuma, que aprenda a descubrir mis verdaderas necesidades. Tomo la responsabilidad de mi vida y dejo de culpar a los demás. Soy capaz de asumir mis elecciones. Mi discernimiento será seguro y preciso. Colaboraré al 100% con la vida y entonces tendré necesidad de unos “riñones sólidos”.
Para fortalecer los riñones hacemos el movimiento de gira las manos.
Empezando en la postura del jinete deja caer la mano izquierda y elevarla lateralmente desde abajo hasta por encima de la cabeza, para terminar con la palma hacia abajo. La mano derecha se mantiene en el costado derecho.
Inclínate lateralmente sobre el costado derecho tres veces como con rebotes (parecido a separar el cielo y la tierra pero trabajando más la cintura) y baja la mano izquierda lateralmente al costado izquierdo.
Repite sobre el lado derecho, para terminar con las manos a los costados.
Desde el costado lleva las manos a la altura del Dan Tien, con las palmas hacia arriba. Pon la mano izquierda por encima de la derecha y voltea la muñeca izquierda para que la palma quede hacia abajo enfrentada con la derecha, como cogiendo una bola. Sube la mano izquierda, hasta la altura de la boca, y mantén la mano derecha a la altura del Dan Tien, para formar una bola amplia. Gira el cuerpo a la izquierda, girando uniformemente desde la cintura. En la izquierda gira la bola, girando los brazos para que la mano de abajo quede arriba y la de arriba abajo manteniendo siempre la misma distancia entre las manos. Con la bola entre las manos gira el cuerpo a la derecha y en la derecha vuelve a rotar los brazos para cambiar las posiciones de las manos.
Repite tres veces a izquierda y derecha, para volver al final al Dan Tien.
Vuelve a hacer pequeña la bola, vuelve a girar la mano izquierda para que la palma apunte hacia arriba y lleva las manos a los laterales.
gracias por la informacion. Me interesa mucho este movimiento. Dónde podría ver una imagen o el movimiento? por escrito, me cuesta verlo. Gracias
Muchísimas gracias npor todos los artículos tan interesantes que publican