CONOCE TU CUERPO Y SUS LÍMITES

Conoce tu cuerpo y sus límites

Escrito por Fatima

25/01/2016

 

¿Crees que conoces tu cuerpo? ¿Sabes hasta dónde puedes llegar? ¿Sabes cómo no forzarlo? Conoce tu cuerpo y sus límites y viverás de los beneficios de ser consciente de tu cuerpo.

Algunas personas, ante la invitación a ser conscientes de una parte de su cuerpo, no saben cómo hacerlo. ¿Cómo hago para sentir una parte? ¿Cómo hago para moverme con más consciencia? Y además, ¿de qué me sirve ser consciente de mi cuerpo? Tal vez tú te has preguntado lo mismo.

El conocerte a ti mismo de una manera más integral puede ayudarte a desarrollar la autoconciencia de todo tu ser. Si lo piensas, te mueves para todo lo que haces: para todas tus actividades, incluso respirar, o pensar, todo implica movimiento, por mínimos que sean.

Si no hay movimiento, no hay vida.

Cuando desarrollas la conciencia de tu cuerpo y de tus movimientos y la llevas a cualquier actividad de tu día a día, es como si prendieras un reflector hacia ti mismo, que ilumina tu cuerpo. El objetivo es hacer tus actividades desde el punto de vista del movimiento y a la vez las emociones y pensamientos que te acompañan durante esas acciones.

Esto te permite darte cuenta de lo que haces, y por supuesto, ese es el primer paso (y tal vez el más importante) para poder modificar lo que no funciona para ti. Los beneficios de la consciencia corporal son muchos, 7 de ellos los describo aquí, y al final, te regalo 3 claves para que empieces YA MISMO a ser consciente de tu cuerpo.

Cómo es moverte con consciencia de tu cuerpo

Cuando te mueves con consciencia honras tus propios límites. Es decir, no fuerzas los movimientos, no empujas, no tiras. Buscas la calidad, no la cantidad. Buscas el movimiento natural que viene de adentro, que ya está impreso en tu fisiología, no el copiar a otros. Buscas la buena postura como una consecuencia de la optimización del sistema nervioso, no por una configuración impuesta. Buscas el bienestar de moverte en la Tierra, y la felicidad de habitar tu cuerpo.

Y lo más importante: te das cuenta de cómo te mueves, percibes tu cuerpo en movimiento, sientes tus partes, cómo se relacionan, y aprendes a diferenciar las acciones sanas de las que no lo son. Traes tu mente a que se enfoque en lo que estás haciendo en este momento con amor y curiosidad.

  • Te mueves mejor

En nuestra cultura, como adultos, si queremos hacer movimientos «nuevos», generalmente los copiamos. Pero no siempre fue así, como bebé, te desarrollaste a través del movimiento desde adentro, dejando que el organismote guiara. Con el movimiento consciente recuperas esa conexión interna y por lo tanto te mueves mejor, es decir, sin desgaste o molestias, y con más flexibilidad y estabilidad.

  • Traes tu atención al aquí y ahora

Muchas personas viven fuera del momento presente. O están planeando el futuro, lo cual les causa ansiedad, o rememorando el pasado, que puede dar tristeza o nostalgia. Cuando nuestra mente está fantaseando en lo que será o lo que fue, nos desconectamos del ahora y por supuesto del cuerpo. Recuerda la última vez que te lastimaste. ¿En qué estabas pensando en ese momento? Seguramente en algo muy lejano del lugar donde estaba tu físico. Cuando nos movemos de manera consciente, es decir, trayendo la atención a cómo nuestro cuerpo, éste responde, mejora, se expande, y reconociendo esto, nuestra mente es traida al aquí y al ahora por lo interesante que está sucediendo en el cuerpo. Esto relaja tu mente, y te ayuda a salir de pensamientos repetitivos.

  • Te sientes como la unidad que eres

Cuando prestas atención a tu cuerpo sin juzgar lo que observas, sino simplemente observándolo y re-conociéndote, colocas a tu cuerpo y tu mente en la misma sintonía. Así, puedes funcionar como una unidad, y no como cosas separadas.

  • Aprendes a tratarte con respeto

Cuando somos consciente de nuestro cuerpo somos conscientes de nuestros límites en un momento dado. Si respetas esos límites, respetas a tu cuerpo y te respetas a ti. Y buscas maneras de superarte, sin lastimarte. Una vez que tú aprendes a tratar con respeto a tu cuerpo, honrando tus límites, aprendes a tratarte con respeto en todas las áreas, y puedes encontrar maneras más creativas de vivir tus emociones.

  • Ganas confianza en ti mismo y en tu organismo

A veces creemos que no podemos cambiar. Que «así somos», o que «esto nos tocó» o que «es lo que hay». Sin embargo, hay mucho de ti que puedes desarrollar para ser la mejor versión de ti mismo, solo que muchas veces no nos sentimos capaces de hacer esos cambios. Cuando haces una clase de movimiento, y éste cambia radicalmente del inicio al final, tanto en amplitud como en calidad y organización, se hace evidente la enorme capacidad de ir hacia el bien-estar que tiene tu cerebro. El movimiento es algo concreto y medible, que te prueba tu disubicación a mejorar y florecer. Y claro que eso no solo es para moverte, sino para todo lo que haces! Así comprendes, o mejor dicho, recuerdas, a un nivel mental pero también biológico, tu condición innata de moverte hacia el bien-estar. Así, tu autoestima y confianza en tu cuerpo aumentan basadas en la experiencia.

  • Los dolores se eliminan o reducen

Hay muchos estudios científicos acerca de cómo el movimiento consciente reduce el dolor. Cuando tenemos un dolor o una molestia constante, éste tiñe toda nuestra vida. Nos limita en lo que podemos hacer, a dónde podemos ir y define la imagen de nosotros mismos. Nuestros pensamientos y emociones también están coloreados por el dolor. Si alguna vez tuviste un dolor fuerte por tiempo sostenido sabes de lo que hablo. En el momento en que el dolor se reduce, o aún mejor, desaparece, la imagen de nosotros mismos y nuestras capacidades cambia, llenándonos de vida y confianza.

  • Ganas bienestar

Cuanto mejor te mueves, menos te desgastas. La consciencia te permite darte cuenta de cuando un movimiento es malo para ti antes de lastimarte. Si te estas moviendo y aparece una pequeña incomodidad, si eres consciente de eso, si puedes percibirla, en ese momento puedes ajustarte y modificarla, y no esperar a que se convierta en dolor o malestar.

Más de este blog…

1 Comentario

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *