– Creo que tienes una obsesión con esa chica…
-¿Qué me estoy obsesionando con ella? Ni hablar!!!
– Sí; te lleva gustando ya casi dos años. ¿No crees que ya es suficiente?
– Una cosa es que me guste, y otra que me haya obsesionado. Y ¿sabes? Ella es la primera persona que me gustó, es la primera persona a la que he querido de esta manera en toda mi vida. Y sé que lo mejor es que me olvide de ella porque pasa completamente de mí, y parece que no sabe que existo.
-Pues si sabes de sobra que te tienes que olvidar de ella, debes hacerlo. Eso no te va a llevar a ningún lugar.
-Ya lo se, pero no hay nadie como ella.

Qué es estar enamorado? ¿Y obsesionado? ¿Dónde está el limite?
El amor, es sentirse a gusto con la otra persona, sentirse respetado, comprendido y amado. Es quererse mutuamente. Es no dejar de pensar en él o en ella, depositar tu confianza en la otra persona, saber que esa persona está ahí para ti y tú para ella, que aunque tengáis vuestros pequeños problemas siempre va a acompañarte. Se basa en conocer los defectos de la otra persona, y aún así quererla, hasta el punto de que sea un sentimiento, no una necesidad.

La obsesión llega cuando se rebasan esos límites, y se nubla tu cabeza. Cuando requieres estar hablando de esa persona constantemente, no puedes dejar de pensar en lo que ha dicho, o en lo que ha hecho. En dónde estará y con quién, si pensará en ti en este mismo momento. Obsesión es cuando te impide realizar tu vida normal, cuando te pasas el día tras sus pasos y los celos te ciegan, te pasas el día imaginando que hay terceras personas (a veces incluso conocidos/as) que interfieren en tu relación, incluso encuentras intolerable o te molesta que hable demasiado con gente del contacto fisico opuesto.

Obsesión es cuando vives intranquilo, pensando en qué estará haciendo, si es de verdad lo que te ha dicho o te ha mentido. Si todo lo que te dijo era verdad, o se lo ha inventado, cuestionando todo hasta el punto en el que piensas que todo es una gran mentira.
Aunque estés sin pareja, te cierras a esa persona, y no quieres conocer absolutamente a nadie más. Estás constantemente recordando momentos del pasado, sólo los buenos dejando de lado aquellos en los que lo pasaste mal, pensando que esa persona debe sentir lo mismo que tú, aunque en el fondo sabes que si así fuera, él o ella ya habría ido a buscarte. Pero mantienes una tonta esperanza, te dices: «No hay nadie al que vaya a querer así», «Nadie es como él/ella» y demás pensamientos que te impiden avanzar.

Es cuando aún sabiendo que todo acabó con la otra persona, sigues pensando que volverá algún día. Idealizando en tu cabeza que aun te ama, que no ha ido a buscarte por miedo a tu reacción, que en realidad sigue sintiendo cosas por ti y no lo sabe. Cuando después de haberte hecho daño, le ofreces una justificación, aunque esa persona ni siquiera se haya excusado, ya le perdonas tu mismo/a.

Amar es querer a alguien y ser querido, sentirse a gusto, conocer a una persona y conocer sus defectos y virtudes, su manera de ser y sus ideas. Amor es respetarle, respetar su libertad y su espacio, depositar confianza en él/ella.
Obsesión es necesidad, necesidad de saber todo sobre él o ella, qué hace, dónde está, con quién, qué piensa, si dice la verdad o si ha mentido, si es que está ocupado o realmente no puede hablar contigo. Cuestionar siempre lo que hace esa persona, pensando constantemente que te está engañando y que si te deja te mueres, que no puedes querer a nadie más. Es no comprender que se acabó, y que no es una elección tuya.

Si sientes que eres víctima de una obsesión, deberías ponerle fin cuanto antes. No te va a hacer ningún bien, te bloquearás y  perderás oportunidades irrepetibles por estar demasiado ciego/a por esa persona. Ama y respeta, cuando seas amado y respetado.