Cómo cuesta definir qué es el Amor… todas las disciplinas nos enseñan que la respuesta más sencilla es siempre la más acertada, quizá sea por eso que se llevó a cabo este estudio. Te traemos en este post la definición del amor según los niños… interesante…

Unos sociólogos formularon la siguiente pregunta a un grupo de niños de cuatro a ocho años:

¿Qué es el amor?

Sus respuestas fueron más amplias y profundas de lo que habría cabido imaginar:

«El amor es lo que sientes antes que se te metan todos los pensamientos malos.»

«Cuando a mi abuela le dio artritis, ya no podía agacharse para pintarse las uñas de los pies. Ahora se las pinta mi abuelo, aunque también tiene artritis en las manos. Eso es amor.»

«Cuando alguien te quiere, dice tu nombre de otra manera. Y sabes que va a hablar bien de ti.»

«El amor es lo que nos hace sonreír cuando estamos cansados.»

«Amor es lo que sentimos en Navidad en el cuarto cuando dejamos de abrir regalos y escuchamos.»

«Amor es salir a comer con alguien y darle la mayor parte de tus papas fritas sin obligarle a que te dé una parte de las suyas.»

«Si uno quiere aprender a amar más, tiene que empezar por un amigo al que no aguanta.»

«El amor es cuando dos personas están siempre besándose. Y cuando se cansan de besarse, igual quieren estar juntas y hablar más. Mis papás son así.»

«A veces le cuentas a alguien algo malo de ti y tienes miedo de que ya no te quiera. Pero luego te sorprende que esa persona no sólo te siga amando, sino que te quiera aún más.»

«Hay dos clases de amor, el nuestro y el de Dios. Pero Dios es el que hace las dos clases de amor.»

«Amor es que mi mamá vea a mi papá sudado y maloliente, y aun así le diga que es más atractivo que Robert Redford.»

«Las tarjetas que venden en las tiendas dicen lo que nos gustaría decir, pero que ni idos diríamos.»

«Amor es que mi mamá le dé a mi papá la mejor pieza del pollo.»

«Mi mamá me quiere más que nadie. Es la única que por la noche me da un beso cuando me acuesto.»

«Si alguien te trata mal y te enojas, pero no le gritas para que no se moleste, eso es amor.»

«Amor es, por ejemplo, que una viejita y un viejito sigan siendo amigos aunque se conozcan muy bien.»

«No debemos decir: “Te quiero” si no lo sentimos. Pero si lo sentimos debemos decirlo mucho, porque a la gente se le olvida.»

«Amor es que tu cachorrito se ponga muy contento al verte, aunque lo hayas dejado solo todo el día.»

«Cuando crucificaron a Jesús, Dios podría haber dicho unas palabras mágicas para que se cayeran los clavos, pero no lo hizo. Eso es amor.»

Escuchar a los niños es siempre muy revelador aunque no acostumbremos a hacerlo.

Sus mentes son un laboratorio donde procesan las informaciones que van recibiendo del entorno ( que parece ajeno a este hecho) con su imaginación, con su intuición, con lo que reciben de los medios de comunicación, de la publicidad…

Todavía no tienen experiencias propias con las que establecer criterios, pero las conclusiones a las que lleguen en esta parte de sus vidas, se quedarán ancladas en sus inconscientes, dando pie a creencias profundas que les guiarán para siempre.

Esto ocurre con todos los aspectos, pero el tema que nos ocupa, el Amor, tiene una relevancia tal que merece que hagamos un alto y reflexionemos sobre las creencias que nuestros hijos van a asumir sobre el Amor.

Y la gran mayoría van a salir de lo que vean en nosotros… mucho más que de lo que oigan…. y en gran parte de la coherencia o incoherencia entre lo vean y lo que oigan.

Nosotros podemos, con la mejor de nuestras intenciones tratar de explicarles lo bonito que es el Amor, contarles que este está asociado con la comprensión, el compartir, el apoyar, el respeto…

Pero si en nuestro día a día les mostramos lo contrario, les estamos creando una enorme confusión…

O cuando les hablamos de lo maravilloso del amor, pero luego les decimos a nuestros hijos varones:

-Ninguna mujer te va a amar como yo

O los papas a sus hijitas:

– Los hombres solo buscan una cosa

Pues también les estamos confundiendo…

Creo, de todo corazón, que es un tema lo bastante trascendente en la vida de todos, como para hacer el esfuerzo de mostrar coherencia ante nuestros hijos.

Con todo el tacto y el Amor profundo que les tenemos, debemos hablar con ellos sobre el asunto, preguntarles qué es para ellos el Amor, hablarles, desde el corazón, de lo que ven en su casa en lugar de decirles «es cosa de mayores…»

Es difícil, la educación de los hijos no es fácil, nadie dijo que lo fuera, pero ellos nos lo agradecerán toda la vida…

No con un gracias, porque quizá nunca sean conscientes de lo que hicimos por ellos, pero tampoco es eso lo que esperamos de nuestros hijos.

La recompensa está en verles vivir su vida con coherencia, en descubrir que la huella que les hemos dejado es una huella positiva y no una fuente de conflictos más.

Es un gran acto de Amor que les hará ser capaces de Amar de una forma más sana.

¿ Se os ocurre mayor regalo?