¿Que es la fuente del chi, una especie de energía vital universal?

Lo No Manifestado es la fuente del chi. El chi es el campo de energía interior de tu cuerpo.

Es el puente entre tu yo exterior y la Fuente. Está a mitad de camino entre lo manifestado, el mundo de la forma y lo No Manifestado. El chi puede compararse a un río o a una corriente de energía. Si enfocas tu conciencia profundamente en el cuerpo interior, estás siguiendo el curso de este río hacia su Fuente.

Chi es movimiento, lo No Manifestado es quietud.

Cuando alcanzas un punto de absoluta quietud, que sin embargo está vibrante de vida, has ido más allá del cuerpo interior y más allá del chi hasta alcanzar la Fuente misma: lo No Manifestado. Chi es el vínculo entre lo No Manifestado y el universo físico.

Así pues, si llevas tu atención profundamente al cuerpo interior, puedes alcanzar este punto, esta singularidad en la que el mundo se disuelve en lo No Manifestado y lo No Manifestado toma forma como la corriente de energía del chi, que entonces se convierte en el mundo.

Este es el punto del nacimiento y la mas allá. Cuando tu conciencia está dirigida al exterior, surgen la mente y el mundo. Cuando está dirigida al interior, comprende o realiza su propia Fuente y retorna a casa, a lo No Manifestado.

Entonces, cuando tu conciencia vuelve al mundo manifestado, tu reasumes la identidad de la forma que temporalmente abandonas. Tienes un nombre, un pasado, una situación vital, un futuro. Pero en un sentido esencial no eres la misma persona que eras antes: habrás visto una realidad dentro de tí mismo que no es «de este mundo», aunque no está separada de él, como no está separada de ti.

Ahora deja que tu práctica espiritual sea esta: cuando vayas por la vida, no le des toda tu atención al mundo externo y a tu mente. Mantén algo de ella en el interior. Siente el cuerpo interior incluso cuando esté metido en las actividades diarias, especialmente cuando se trate de relaciones o esté en contacto con la naturaleza. Siente la quietud que hay en lo profundo de él. Mantén abierta la puerta de entrada.

Es perfectamente posible ser consciente de lo No Manifestado a lo largo de tu vida. Se siente como una sensación profunda de paz en el fondo, una quietud que nunca lo abandona, no importa lo que ocurra afuera.
Te conviertes en un puente entre lo No Manifestado y lo manifestado. Entre Dios y el mundo. Este es el estado de unión con la Fuente que flamamos iluminación.

No tengas la impresión de que lo No Manifestado está separado de lo manifestado. ¿Cómo podría ser así? Es la vida que hay dentro de cada forma, la esencia interior de todo lo que existe. Empapa este mundo.