Pudiéramos preguntarnos, y de hecho, da igual en qué momento de tu evolución te encuentres, a veces aparece esa pregunta, cómo podemos llevar a nuestra realidad cotidiana todas estas enseñanzas que vamos recibiendo por el camino.

Somos capaces de entenderlas a nivel mental e incluso tienen una poderosa resonancia emocional y espiritual en nosotros, sin embargo, en un momentito… ante el mínimo disparadero, plaf…se caen.

De pronto nos vemos envueltos en patrones conocidos, respondemos con furia, con miedo, con victimismo…. y encima, le añadimos la culpa del que sabe y no hace, y la impotencia de no saber alinear lo aprendido con nuestro día a día….

En primer lugar cabe destacar que el camino no termina nunca…. Acostumbro a decirme a mi misma cada vez que entro en estas respuestas tan del ego que si ya no tuviera nada que aprender ya no estaría aquí…

Es decir, si continuamos en este plano es porque seguimos en proceso de evolución.

De lo que se trata es de extraer el aprendizaje ante eso que nos ha disparado y sacado de nuestro centro, dar las gracias por el aprendizaje y continuar.

Y la gran pregunta, que puedo prometer, que de vez en cuando se me sigue escapando es …

-Vale, sí…¿ pero CÓMO?

Y entonces me recuerdo a mi misma el chiste de la vaca…

¿ Cómo meterías a una vaca en un congelador? Fileteda…

Las metáforas visuales nos sirven de llave para que nuestro cerebro llegue con rapidez y claridad al verdadero significado.

Así algo tan concienzudo como meter a una vaca en un congelador solo puede realizarse por partes… Poco a poco

Algo tan grande como nuestra evolución espiritual, como el cambio de paradigma y de hábitos en una sociedad como la nuestra requiere paciencia, y lonchas finitas…

Y ya que la metáfora nos lleva a la cocina, a la alquimia de la transformación, hablaremos de los 4 ingredientes, que a mi entender son básicos para transformar nuestra vida en una vida consciente, consciente de nuestras pautas, de nuestros aprendizajes y de nuestra propia esencia.

LOS 4 INGREDIENTES DE LA ALQUIMIA: INTENCIÓN, ATENCIÓN, MOVIMIENTO Y PERSISTENCIA

Lo primordial y lo básico es tener la INTENCIÓN de cambiar, de ser conscientes de nuestras respuestas, de nuestros comportamientos y emociones.

Tener también la INTENCIÓN de estar alineados con nuestra propia esencia, con lo que verdaderamente somos, con lo que de verdad queremos para nosotros.

Eso, es algo que debe ir con nosotros todo el tiempo. Al igual que todos lo días nos ponemos ropa interior antes de salir de casa nos tenemos que poner la INTENCIÓN. ( Un truquito es precisamente ponerte una tarjeta en el cajón de la ropa interior, o al lado del cepillo de dientes, o de la cafetera…)

Lo que debes saber desde ya es que tener la INTENCIÓN de algo ni te asegura que lo consigas ni te obliga a ello. Tenemos derecho a equivocarnos, a que las cosas no salgan bien….y NO PASA NADA.

Es importante recordarlo, porque si no viene la CULPA a estropearlo todo….

El segundo ingrediente es la ATENCIÓN. Este requiere algo más de práctica porque nos falta costumbre, porque nuestro cerebro está acostumbrado a prestar atención a determinados estímulos y no a otros y debemos reeducarle.

Para lo que nos ocupa pondremos la atención en las cosas que nos saquen de nuestro centro en todos los niveles, en nuestras dolencias, en nuestras emociones desmedidas, en nuestras relaciones complicadas…. todo lo que no fluye es porque está bloqueado.

No se trata de volvernos locos intentando estar en todo a la vez, ya he dicho que requiere práctica, Podemos empezar por una o dos cosas cada día, por pequeñas que parezcan, como si de un juego se tratase…

Por ejemplo: Hoy me voy a fijar en qué exactamente es lo que me desespera de mi jefe, en qué momento determinado me hace enfadar, qué es exactamente lo que ha dicho y porqué eso me saca de mi centro…

Como tercer e indispensable ingrediente tenemos el MOVIMIENTO. ( La pobre vaca, creo que después de este artículo me hago vegetariana, no se va a filetear sola)

Nada de hacer esa pregunta que es fácil acuda a tu mente:

-Sí, ¿pero hacia DÓNDE?

Todos conocemos el dicho de que «todos los caminos conducen a Roma»…. Bueno pues yo te digo que con Intención y Atención todos los caminos te conducen a ti mismo. Con mayor o menor rodeo, pero todos te llevan a ti.

No importa por dónde empieces, si quieres hacer cursos de yoga, de respiración consciente, de reiki o de inteligencia emocional. Tú solo muévete con intención.

Haz lo que sea que vaya en coherencia con lo que quieres alcanzar, pero haz algo. Poco a poco irás viendo qué cosas resuenan más contigo, e irás poco a poco descubriendo nuevas técnicas para alcanzar el mismo fin, tu equilibrio.

Por último, pero no menos importante, a nuestra receta debemos añadirle muuuuuuchaaaaa PERSISTENCIA.

No importa la de veces que te tropieces con piedras que creías tener superadas ( al final te harás amigo de las más pesadas…), no importa que ayer resolvieras de maravilla una situación y mañana vuelvas a caer en respuestas antiguas.

Sobre todo no te enfades contigo mismo por ello, simplemente cada mañana vuelve a ponerte los calcetines de la INTENCIÓN y ponte a caminar.

Y recuerda, si no te quedaran aprendizajes….no estarías vivo.