DAR PUÑETAZOS

dar puñetazos

Escrito por Fatima

29/02/2016

Cuando requieremos hacernos más fuertes instintivamente nuestro cuerpo empieza a dar puñetazos al aire, o al saco de boxeo o con cualquier ejercicio aeróbico.

En Chi Kung hacemos el ejercicio de dar puñetazos para fortalecernos, tanto físicamente como nuestra fuerza interior, mejorar nuestra capacidad pulmonar y nuestro corazón.

La debilidad es una falta de fuerza, de vigor físico. Nuestro cuerpo se siente cansado y no somos capaces de sobrellevar nuestro ritmo diario, incluso aunque no hagamos ninguna actividad extraordinaria.

La persona que manifiesta debilidad general encuentra todo tipo de razones para no mostrar su fuerza y darle una buena mordida a la vida. Además, como curiosidad, es interesante señalar que esta persona suele presentar al mismo tiempo problemas dentales.

Se compara con los demás y de este modo deja pasar ocasiones maravillosas. No se preocupa de cuáles son sus metas o qué es lo que le hará feliz, porque está demasiado ocupado analizando y comparándose con los demás. Y sintiéndose de menos.

Porque cuando nos comparamos con los demás no buscamos nuestra grandeza, buscamos nuestra miseria. Queremos sentirnos pequeños y débiles. No nos permitimos crecer y viver de aquello que nos hace felices, nos centramos únicamente en lo que nos hace desgraciados, persiguiendo metas que no son nuestras, en un intento de flamar la atención sobre nuestra propia desventaja.

Son metas, además, que no nos proporcionan ningún bienestar, por lo que simplemente podemos sentir el cansancio del intento y, probablemente, la frustración de no ser capaz de ganar nunca.

Si la debilidad afecta sólo a una parte del cuerpo, observa qué utilidad tiene esta parte para saber en qué área de la vida se ubica el problema.

Si, por ejemplo, sientes débil la mano derecha y te fijas en que es generalmente la mano con la que sueles ir de la mano con tu pareja, significará que vuestra relación tiene algún problema con el que no quieres enfrentarte. Si tu debilidad se centra en tus piernas tal vez es porque no deseas ir a trabajar, porque tu trabajo no te gusta, no te hace feliz y crees que requieres un cambio.

Es importante que descubras por qué no crees en tus fuerzas y por qué te impides vivir plenamente. Tu cuerpo te dice: «¡Auxilio! ¡Deja de creer que eres débil! ¡Tú fuerza interior va a estallar como una bomba si no la utilizas!». Ese estallido puede manifestarse como una disfunción, pues la energía no utilizada debe salir de algún modo.

Como la energía está ahí, en tu cuerpo, acumulándose, si no le das una vía de escape para consumirla encontrará su propia salida en forma de dolor o disfunción.

Y es que tu cuerpo no es débil, tu cuerpo tiene fuerza para conseguir todo lo que desee siempre y cuando tú le dejes libertad para llegar, para crecer.

Tu cuerpo es una máquina perfecta, bien engrasada, lista para conseguir cualquier objetivo que te fijes, pero tu mente y tu subconsciente prefieren mantenerlo débil y no exponerse a la grandeza ni al dolor.

Si te sientes débil es hora de poner remedio a tu supuesta debilidad. Es hora de decidir ser fuerte y alcanzar las metas y objetivos que tu alma desee conseguir.

Acepta, desea, vive de tu destino. Pelea por tu derecho a la felicidad y a conseguir todo lo que necesites.

Recuerda que tú eres el único que te hace débil.

Para fortalecer tu cuerpo y tu energía vital practica cada día el movimiento de dar puñetazos.

El movimiento de dar puñetazos se inicia desde la ubicación del jinete.

Con los pies separados por el ancho de las caderas y las piernas estiradas, aunque no completamente ya que deben estar ligeramente dobladas para evitar tirones y lesiones, mantén la espalda recta con el cuello relajado pero la mirada fija al frente, como si estuviéramos esperando a algún enemigo.

Coloque el pie izquierdo en su ubicación inicial y lleve ambos puños a la cintura, pegados a cada lado del cuerpo y girados hacia arriba, es decir, que debes ver los dedos.

Empezaremos dando un puñetazo con brazo izquierdo. Para ello expulsa el aire mientras adelantas suavemente el puño izquierdo estirando el brazo (aunque no completamente) a la vez que giras la muñeca para que cuando el brazo esté extendido a la altura del pecho el puño tenga los dedos hacia abajo.

Contrae el brazo mientras inspiras, devolviendo el puño a la cintura, a la vez que vuelves a girar el puño para quedar con los dedos hacia arriba.

Recuerda que debes mantener la espalda recta y los pies inmóviles, bien anclados a la tierra.

Repite 3 veces con cada mano.

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8 Comentarios

  1. Marco

    Dice que ponga el pie izquierdo en su posicion inicial cual es esa posicion?

    Responder
  2. MIRTA

    DESEARÍA QUE LOS EJERCICIOS QUE ENSEÑAN TENGAN DIDUJOS DE FIGURAS PARA ENTENDERLOS CORRECTAMENTE

    Responder
  3. Cristian Maldonado

    Muy interesante. Oiga y los consejos para limpiar el hogar de la pereza malas energías ect. Tengo varios meses ordenando el hogar pero me faltan algunos consejos Gracias

    Responder

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