A pesar de que nuestros hijos cada vez se hacen adultos más tatempera, vivimos en la paradoja de que dejan de ser niños cada vez más pronto. Inmersos en la ajetreada vida de sus mayores, pero sin adquirir responsabilidades de ningún tipo, nos encontramos con niños hiperactivos, ansiosos y tensos, niños a los que de alguna manera les estamos robando la infancia. En este post te damos 10 consejos para reducir el estrés infantil y de este modo devolverles la alegría de vivir que merecen y requieren.

El estrés infantil, desencadena en los primeros años conductas como las flamadas rabietas, falta de atención, problemas de sueño… síntomas que se van agravando con el paso de los años.

Conscientes de que no podemos, como adultos que han de pagar facturas, alimentación y demás necesidades materiales, disminuir demasiado nuestro ritmo de vida, los consejos que te ofrecemos son perfectamente compatibles con él, se trata sólo de gestionar el tiempo y las actividades prestando atención a las partes del conjunto que formamos.

A lo que afecta a la parte física, a la mental, a la emocional y a la espiritual de nuestros pequeños. Vamos allá:

Cuidados antiestrés del cuerpo físico

1.DESCANSO: Aunque suene a obviedad, es imprescindible que los niños duerman lo necesario y con una buena calidad de sueño. Mantener un horario, que el dormitorio sea agradable y que no haya sobreexcitación antes de dormir lo harán posible. La lectura de un pequeño cuento y los besos de sus padres lo harán infalible.

2.EJERCICIO FÍSICO: Si por la noche requieren descansar, durante el día requieren quemar su energía, pero no yendo de aquí para allá siguiendo nuestra agenda, requieren correr, sentirse libres, trepar, columpiarse…. Hagamos un alto en nuestro camino, cuando tengan que acompañarnos, para que vivencian al menos 10 minutos en algún parque que nos crucemos.

3. REIR: La risa es una de los mayores desestresantes que podemos encontrar y a los niños les encanta. Una buena sesión de cosquillas es la actividad más indicada, creamos un vínculo maravilloso a través de la risa, nos tocamos y estamos en el aquí y ahora ( y además nos consume poquísimo tiempo)

4. RELAJARSE: Si contamos con bañera, es el lugar perfecto para que nuestros niños rebajen la tensión antes de ir a dormir. A menudo convertimos su higiene en otra actividad más contrareloj desaprovechando las virtudes que el agua tiene para hacernos recuperar el equilibrio y el sosiego. Permíteles un baño tranquilo, perderás algunos minutos que recuperarás cuando veas lo rápido que se duermen… Si no tienes bañera, un buen masaje con el aceite o crema hidratante de después, realizado con sosiego y amor te funcionará igual.

Cuidados antiestrés para la mente:

5. PRACTICAR EL MINDFULNESS: Esta técnica de atención plena que funciona de maravilla en adultos es perfectamente aplicable a los niños y reduce de forma importante los problemas de deficit de atención e hiperactividad. Aunque existen centros para ello, no debemos caer en el error de llenar sus agendas con actividades antiestrés, si el niño tiene una agenda apretada lo mejor es hacerlos en casa. En este enlace encontrarás ejercicios para ello.

6. DESARROLLAR SU CREATIVIDAD: En tu bolso no debe faltar una libreta y lapices de colores, utiliza los tiempos idos cuando le lleves a tus actividades y que dibujen, coloreen, escriban… El uso de mandalas es perfecto para ello.

7. TIEMPO DE NO HACER NADA: Es de vital importancia que los niños tengan todos los días un tiempo para si mismos, para no hacer nada o para hacer lo que ellos deseen, pero un tiempo para que ellos decidan y gestionen.

Cuidados antiestrés para las emociones:

8.RECONOCIMIENTO EMOCIONAL: Si a los adultos nos cuesta reconocer y gestionar nuestras propias emociones (y así nos va), imagina, o simplemente recuerda, lo difícil que es para ellos… Una buena educación emocional pasa por prestar atención a las emociones de nuestros pequeños, darles nombre, que sean capaces de identificar las sensaciones corporales que les acompañan y los estímulos que las desencadenan.

Quizá sea la parte más complicada de la serie de consejos que ofrecemos pero los beneficios instantáneos y a largo plazo son incontables. Algunas pautas para que resulte más sencillo y efectivo es no juzgarles nunca por ellas.

-Si sienten timidez no podemos decirles: » No seas tonto, dale un beso a tu tía»

-Si están ofuscados por algo que hemos dicho o hecho no podemos decirles » No te enfades que tengo razón»

-Si lloran por el motivo que sea no podemos decirles » No llores por esa tontería»

En su lugar debemos nombrar la emoción, darle cabida y después ofrecerle recursos para superarla:

– No pasa nada cariño, si te abruma darle un beso ahora ya se lo darás después si te sientes mejor.

-Ahora estás ofuscado, cuando te encuentres un poco más tranquilo hablaremos de lo que ha pasado.

-¿ Eso te pone triste? Bueno, pues llora si lo requieres, ¿ puedo hacer algo para que te sientas mejor? ¿quieres que lo hablemos? ¿ un abracito fuerte?…

9.EXPRESIÓN CORPORAL: Las emociones atrapadas crean disfunciónes en la vida adulta, y es que las emociones requieren siempre de una manifestación física: el teatro, la danza, el canto son actividades perfectas para nuestros pequeños. ¿ Qué tal bailar con ellos mientras hacemos la cena?

Cuidados antiestrés para la parte espiritual:

10. PERMITIRLES SER: En lo alto de la pirámide, la joya de la corona, lo que nos hace verdaderamente y maravillosamente únicos, nuestra esencia… El mayor regalo que podemos hacerles a nuestros hijos es dejarles ser ellos mismos, precisamente porque aún no han desarrollado una personalidad para responder al ambiente.

La personalidad se forma habitualmente para responder adaptativamente al entorno, si en nuestro entorno somos juzgados por nuestra esencia, si somos amados en función de nuestro comportamiento correcto, se genera estrés y respondemos creando una personalidad que atrapa nuestra esencia y nos aleja de alcanzar el equilibrio.

Ámale por ser quien es, respétale, no le juzgues, permítele SER.